lunes, 19 de octubre de 2009

A Medianoche todos los Agentes...

Fue duro para Harry lograr entrar en HAMMER.

La reconvertida SHIELD, bajo el mando de Norman Osborn, había recuperado la antígua política de "no preguntes, no digas". Así que los reclutadores podían preguntar directamente sobre la orientación sexual de los aspirantes a agentes.

Y, dado que HAMMER seguía siendo una organización de contraespionaje, los aspirantes eran preguntados mientras eran escaneados por un detector de mentiras y dos psíquicos.

Y aún así, con todo en su contra, Harry logró superar la prueba e ingresar en HAMMER.

A partir de ahí todo fué si no fácil menos complicado que su admisión.

Bastaba con mantener unas normas básicas de comportamiento para disimular ante sus compañeros. Tener un poster de Playboy bien visible en la puerte de su taquilla y renovarlo una vez al mes. No decir nada de la horrorosa combinación de colores de los nuevos uniformes. Contener la risita cada vez que Osborn aparecía en alguna pantalla con ese imposible peinado.

Pero llegó el día en que el grupo de Harry fué enviado a detener a la Viuda Negra.

Y Harry, ya un veterano en el arte de vivir dentro del armario, logró reprimir el comentário de cómo estaba mucho mejor con ese peinado que llevaba antes, el de las puntas cerradas con flequillo.

Pero, como suele suceder, cuando uno lleva suficiente tiempo saliéndose con la suya, se confía.

Y, cuando se confía, se relaja.

Y, cuando se relaja, tarde o temprano, acaba cometiendo un error.

Y Harry lo cometió. Un error FATAL...

...que dejó en evidencia lo que había logrado disimular durante casi un año.

1 comentario:

J Calduch dijo...

Lo puede disfrazar de eficiencia. Lo malo vendrá si más adelante tienen que ir a por algún varón de mallas ajustadas.