martes, 3 de mayo de 2011

El (NO) Silencio de los Corderos

Pocos actores del panorama cinematográfico actual son tan reconocibles como Anthony Hopkins.

Estos días podemos contemplarlo en la gran pantalla interpretando al padre del protagonista en Thor.

Y todavía permanece en la memoria su reciente interpretación del padre del protagonista en Teen Wolf de Pelo en El Hombre Lobo.

Pero su moderna fama se debe a otro papel. Uno que ha pasado a los anales de la historia del cine. Que será recordado durante décadas venideras. Que le ha ganado un puesto por derecho propio en la galeria de históricos iconos del cine de terror.

Por supuesto me refiero a Hannibal Lecter.

Surgido de la pluma de Thomas Harris y adaptado a la gran pantalla por Jonathan Demme son los rasgos de Hopkins los que se han convertido para siempre en el rostro de Hannibal el Canibal.

Y sin embargo no es el del desequilibrado psiquiatra el papel más terrorifico de la carrera de Sir Anthony. Ni de lejos.

Existe una olvidada actuación suya anterior en varios años a la oscarizada película que la supera con creces en capacidad para aterrorizar.

Una perfommance capaz de provocar un permanente erizado del vello. De originar un escalofrío gélido como la mano de la muerte. Quizá incluso de erosionar irremediablmente la misma cordura de sus espectadores.

Y es que años antes de encarnar a Hannibal Lecter...

...Anthony Hopkins sacó un disco...

Vamos, en comparación El Silencio de los Corderos es Barrio Sésamo.

3 comentarios:

Bac Hylon dijo...

Inolvidable es también su aportación, GENIAL! como la película en sí, a Misión: Imposible II.

Qué dos frases míticas tiene, son sólo dos, pero ya van en sintonía con el resto de la cinta.

Si el Barbas pidió que eliminaran su nombre de los créditos de Watchmen, V de Vendetta, etc., fue por inspiración de Hopkins, eso no se puede poner en duda :D

Necio Hutopo dijo...

A dio... Y de qué es que iba el disco?

E. Martin dijo...

No pregunte si valora en algo su cordura, querido amigo...