Creo que no hay duda de que de entre la rica en ideas pero mediocre en guiones obra de Stan Lee en la Marvel su mejor título (por méritos propios y no gracias al dibujante) es Spider-Man. Tiene los mejores argumentos, los mejores guiones y la mejor galería de secundarios. Y de entre ellos tengo que confesar que uno de mis preferidos siempre ha sido J. J. Jameson.
En contraposición al respetable Perry White jefe del respetado Clark Kent Jameson era un editor sensacionalista y tacaño dispuesto a cualquier cosa para vender más periodicos y mancillar el nombre de Spider-Man mientras maltrataba a sus empleados.
Con el paso de los años ha habido guionistas que han intentado matizarlo y dignificarlo. Añadiendole el contrapeso moral y conciencia de Robert Robertson. Explicando que salvo su obsesión malsana por el trepamuros se trata de un editor honesto, como en Marvels. Y como en una de mis escenas preferidas de Daredvil Born Again:
Lamentablemente, por cada guionista que ha querido reinventar a Jameson ha habido otro que lo ha vuelto a convertir en el secundario cómico que fué originalmente (y sin necesitar a Mephisto para ello).
Así tenemos a dos Jamesons; el Santo Patrón del Cuarto Poder, periodista ideal en busca de la Verdad, y la caricatura, el tejedor de metiras y tergiversador sensacionalista.
Y, lamentablemente, cada vez que pongo la TV o leo un periódico me encuentro con ejemplos de lo segundo cada vez más a menudo. Desde hace unos años puedo contar con los dedos de las manos los ejemplos de Jamesons heroicos de los que he tenido noticia. Y ninguno era español.
Aquí los Jamesons sensacionalistas dominan el cotarro,
Pero no hay nada nuevo bajo el sol.
En el año 1993, tras dos meses de búsqueda, aparecieron los cadáveres de las niñas de Alcásser.
Esa misma noche Nieves Herrero y Paco Lobatón montaron especiales en directo en la plaza del pueblo exprimiendo todo el dolor y la rabia que pudieron de los familiares de las víctimas. Esa noche histórica la telebasura desembarcó en España.
Después Pepe Navarró pasó meses y meses (¿años?) sacándole todo el jugo que pudo al crimen con la inestimable colaboración de Juan Ignacio Blanco y Fernando García. Mostraron los diagramas de la autopsia, uno por día. Defendieron la inocencia de los condenados por el crimen y montaron teorías conspirativas (¿suena familiar?).
Lamentablemente no he logrado encontrar en Youtube fragmentos del famoso programa de la Herrero, pero no importa. Basta con poner cualquier televisión a media mañana o a media tarde estos días para hacerse una idea de cómo fue.
Porque todo esto que ha pasado volverá a pasar. Lamentablemente.
Paco Lobatón dejó de presentar ¿Quién Sabe Dónde? Hasta hace unos meses producía Sin Rastro para Antena 3, presentado por Cortadillo, quien ahora sigue estirando el tema de Yeremi y de Madeleine en Espejo Público.
Nieves Herrero presenta un programa en Telemadrid, emisora de incontestable solvencia informativa. Dice que lo de Alcasser no fue cosa suya, que obedecía órdenes.
Pepe Navarro sigue desaparecido en combate. De los tres fue el único que osó hacer chistes sobre el video de Pedro Jota y amagar con emitirlo.
Francisco Pérez Abellán, cuya voz puede escucharse aquí apoyando la teoría conspirativa, tras afirmar que había evidencias más que suficientes para condenar a Dolores Vázquez, sigue ejerciendo como experto criminalista. En Libertad Digital, medio de reconocida solvencia informativa. Su hijo curra en Cuarto Milenio, en Cuatro, que así se no se tienen todos los huevos en la misma cesta, que nunca se sabe...