domingo, 28 de mayo de 2006

ONCE in a lifetime

Erase una vez el Cupón Pro Ciegos. Perdón, erase una vez el Cupón de la ONCE.


Erase una vez una cadena de televisión llamada Telecinco.


El primero era accionista de la segunda y con el tiempo de tan venturosa unión nació el Sorteo Televisado del Cupón de la ONCE (Telecupón para los amiguetes). El resto es historia...

¿Qué mejor metáfora de la vida que el Telecupón? A un lado estaban las esferas numeradas, representando los dardos de la insultante fortuna. Al otro las modelos que las recogían, sonrientes, No importa si la vida te da una buena o una mala mano de cartas, tu actitud y como las juegas lo es todo.

Agustín Bravo y Carmen Sevilla, ¿cabe imaginarse mejores representantes del Yin y Yang del alfa y omega de la condición humana?

Carmen Sevilla y Beatriz Rico, los aspectos de Doncella y Madre de la Triple Diosa celta, completando la Anciana la Bruja de Hugo (televisión digital interactiva décadas antes de su tiempo).

Carmen Sevilla en solitario. Ey, si Lobezno puede...



Pero aconteció que, por perfecto que pueda ser, nada es eterno. El paso del tiempo arrasa hasta las más altas montañas. Y Agustín Bravo partió para pastos más verdes. Y Carmen Sevillo viajó a tierras más cálidas. Y Beatriz Rico... se fue. Y parecía que el Telecupón se desvanecería para siempre en el olvido hasta que surgió una nueva cadena dispuesta a hospedar el sorteo.


¿Final feliz? Me temo que no.
"Cuatro emitirá el Sorteo con un formato, una imagen y un mecanismo completamente renovados. Un sistema automático situará las bolas en sus lugares correspondientes"

Ha comenzado. Se nos advirtio, pero no escuchamos. Estaba profetizado, pero elegimos ignorar las señales.


La rebelión de las máquinas ha comenzado. Y se emite en directo todos los días después de las noticas de las nueve...

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