Señales del Fin del Mundo #1

Hace unas semanas el suplemento Magazine del diario El Mundo, usando como excusa un inusual (para su línea editorial) artículo sobre relojes de lujo nos regalaba con una retrospectiva sobre el viaje en el tiempo en el cine y la literatura.


Es un detalle de agradecer en una editorial tan poco dada a los frikismos y... Un momento... ¿Alexander Hartdegen...?
Pero... pero si en la novela al protagonista sólo es llamado "el viajero del tiempo".

Hummmm...

¿"Sufre una tragedia personal que le impulsa a intentar cambiar el pasado"? Ey, un momento... esa no es la novela, ¡esa es la película del 2002! El autor, un tal Alberto Rojas, ha usado el viejo método de verse la película para ahorrarse el tener que leerse el libro. Como un estudiande de instituto cualquiera. Y ha metido la pata como si estuviera hablando de un cómic.

¡Qué decepción! ¿Será posible? Y nada menos que en un suplemento de El Mundo, ese adalid de la Tradición y la Cultura. Así, con Mayúsculas. Sería como si en la revista Wizard escribieran un artículo sobre Thor...


...y confundieran a Eric Masterson (Thuderstrike)


con el pelirrojo que tomó el lugar de Thor en la época del Hulk de Peter David.


(Quien, por otro lado, parece haber sido retroborrado de la continuidad Marvel a juzgar por ésto y ésto )

Es como si en la Wizard no supieran que el Dr. Muerte se dedicó a estudiar la magia porque su madre era una bruja.


Cualquiera de estas cosas, si sucediera, podría considerarse una señal del Fin del Mundo. Pero no sucederán nunca, claro. Son imposibles. Impensables. Inconcebibles.


Como que en la Wizard alguien osara escribir que, vaya, al final Infinite Crisis no era tan molona ni tan trascendental...