Y siguiendo con nuestra saga de post políticamente incorrectos e ideológicamente peligrosos, cada vez que compruebo cómo los muchachos de la radio de los obispos, TeleEspe y el periódico dirigido por el fulano del corpiño siguen pudriendole el cerebro a mi padre día a día (ahora ya le salen los "¡putos negros de mierda!" con una facilidad y un odio dignos de actor malo haciendo de dueño de plantación sudista en "Raices") me encuentro deseando que los putos terroristas hubieran hecho bien su trabajo y hubieran rematado a Fedeggico, que a PeJota (citando al gran Ivá) le diera un sida culero terminal y agonizara entra horribles dolores y, en general, que alguien cogiera a todos esos mercenarios del odio (que, como buenos camellos, no catan el material con el que trafican, por el mismo precio podrían estar en la trinchera de enfrente) y los encerrara en el ruedo de una plaza de toros rodeados de perros rabiosos hambrientos. Muchos, muy rabiosos, muy muy hambrientos y no demasiado grandes, para que el espectáculo dure.
Yo pagaría por verlo.
No existe nada más contagioso que el odio.
domingo, 26 de agosto de 2007
Dawrinismo Impráctico
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3 comentarios:
Que ganas de que haya elecciones otra vez. Que son ya cuatro anyos asi, joer...
Ya han vuelto de vacaciones y continuan la precampaña. Nos quedan por delante siete meses más de todo esto.
Pobres perros, mejor que se mueran de hambre que darles de comer esa mierda.
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