martes, 20 de noviembre de 2007

Manda Güebos

Con lo del Clinton* he llegado a la puta diezmilésima vez que los medios de comunicación** vocean a los cuatro vientos las bondades de los putos huevos estrellados de Casa Lucio.

Y ya no puedo seguir callado más tiempo.

El lector/televidente medio podría estar tentado de pensar que se trata de otro caso en el que la mentada vianda, si bien correctamente realizada, no vale ni una décima parte de lo que cuesta. Que su sobreprecio sirve para la única función de elevar el status social del restaurante lo que, por perversa retroalimentación, convierte al plato, unos meros huevos fritos revueltos con patatas de toda la vida, en objeto de lujo. Que aunque estuviera mal cocinado, aunque fuera la proverbial mierda pinchada en un palo, lo que se paga es comer en el citado restaurante y nadie osa decir que el emperador está desnudo. Que hay restaurantes económicos en zonas turísticas donde se come igual de bien.

Bien, por circunstancias que no revelaré aquí el que firma ésto ha comido en la Casa Lucio los putos huevos estrellados.

Dos veces.

Y por experiencia propia puede afirmar que el párrafo anterior es cierto hasta la última coma.

¿Vale? ¿Ok?

(Si, ya lo sé, los plumillas van a seguir contando la misma milonga por los siglos de los siglos, pero ¿y lo agusto que me he quedado?)


* Qué gran verdad aquella de "otros vendrán que bueno me harán", ¿eh, Billy?
** A este paso va ha haber que cambiar la definición de la palabra "comunicación"

3 comentarios:

J Calduch dijo...

Huevos estrellados (de Lucio, Restaurante Casa Lucio): “el secreto de mis huevos es que no son fritos ni cocidos, diríamos que son una mezcla entre a la plancha y fritos. Para empezar, echo muy, muy poco aceite en la sartén -que no cubra los huevos- y espero a que se caliente bien. Añado un poco de sal a los huevos y los comienzo a freír por un lado y, luego, por el lado de la yema, pero sólo un poco, porque la yema no tiene que pasarse nunca. Para la presentación, pongo el huevo sobre las patatas previamente fritas y abro la yema, para que caiga sobre el todo el plato”.

Huevo deconstruido (de Paco Roncero, Restaurante La Terraza del Casino): “yo hago los huevos por partes -primero la clara y luego la yema- y de una forma muy tradicional, con puntillita y la yema en el centro. Considero imprescindible utilizar aceite de oliva virgen extra. Una vez en la sartén, espero a que el aceite esté humeante para echar los huevos. Primero pongo la clara, la frío y la aparto en un plato. Después hago la yema sola, muy poco, tan sólo unos segundos. Para terminar, coloco la yema sobre la clara y así queda, para mí, el huevo frito perfecto”.

Necio Hutopo dijo...

Tanto huevo, tanto huevo y ni una polla*...











*Polla, en Méixco, bebida elaborada a base de jerez, jugo de naranja y un huevo

Anónimo dijo...

gracias por las tres recetas, para que luego digan que en la internet sólo se aprende a matar y a endrogarse, fetén la nueva campaña antidrogaína del gobierno...