Te voy a echar de menos, Jack.
A todos esos ignorantes que creen que tus 24 horas no son más que otro pastiche facha a lo Tom Clancy les sentaría a verse el último cuarto de hora del episodio final. Pero me temo que ni aun así aprenderían.
Yo también me he asomado al mar nocturno, Jack. Abandonado por aquellos a quien respetaba. Desterrado por hacer lo correcto. Derspojado de todo lo que daba sentido a mi vida.
Y cuando ni la luna ni las estrellas lo iluminan el mar de noche es una inmensa nada. Cobra cuerpo repentinamente cuando rompe en la orilla y se convierte en sonido, espuma y arena arrastrada, pero más allá del rompiente no es más que un vacío silencioso que se extiende hasta el horizonte invisible.
Y en algún lugar al otro lado de esa frontera lejana entre dos oscuridades, dicen, hay un amanecer por llegar.
Es dificil de creer, Jack, lo se. En ese momento la negrura parece haberse apoderado del mundo. No se percibe ni el más mínimo atisbo de luz.
De esperanza.
En ocasiones como esta no me extraña que algunas culturas antíguas celebraran cada mañana la llegada del sol como un evento único que había que agradecer y cuya repetición diaria no estaba garantizada.
Pero si puedes llenar tus pulmones con la brisa marina, si puedes plantarte firme en la arena, si puedes mirar a los ojos al abismo y mantener su mirada sin parpadear...
Entonces tarde o temprano, créeme, Jack, llegará el amanecer.
Y tu y yo volveremos a vernos...
jueves, 31 de enero de 2008
Hasta la vista, Jack
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2 comentarios:
De acuerdo contigo. Que gran tipo es el gran Jack Bauer. Ardo en deseos de ver la septima temporada con ese personaje que vuelve de la tumba...
mmm... De acuerdo, ahuelga de guinistas ha cobrado una víctima inesperada (no, no lo digo por el Suterlan)
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