martes, 12 de febrero de 2008

In order to dance the bamba...

Hay dos tipos de grandes creadores. Los que figuran con mayúsculas en los libros de historia del arte y los que apenas son reseñados a pie de página. Por cada Jack Kirby, Frank Miller o Alan Moore hay un Chris Cross, un Howard Chaykin o un Mark Gruenwald.

Y un Steve Gerber.

La mayoría lo conocíais por haber creado a Destroyer Du... quiero decir, Howard el Pato. Y si, Gerber creó un cómic en la onda de la JLA de Giffen y De Mateis diez años antes, igual que Don McGregor estaba escribiendo historias a lo Miller con la Pantera Negra casi una década antes de que Frank llegara a Daredevil. Y si, Howard fue su creación más famosa y por la que más batalló.

Pero Steve también creó Omega el Desconocido, una historia protagonizada por un superman amnésico que de repente es muerto por las simples balas de un policía. Puro Gerber. Si, lo se, contado así no parece gran cosa, pero ahora mismo un cretino engreido "soy un artista porque escribo libros" está cobrando un buen cheque mes tras mes por repetir esa historia paso por paso.

Gerber escribía historias extrañas. Ha habido muchos guionistas revolucionarios que han hecho cosas nunca antes vistas, pero nadie era capaz de "pensar fuera de la caja" como él. Sus guiones suelen tener el sabor de un bosque frondoso repentinamente silencioso. Esa sensación de hallarte en un territorio familiar pero al mismo tiempo inquietantemente desconocido.

No tengo ninguna duda de cual es, para mí, su mejor creación/serie: el Hombre Cosa.


Es una colección protagonizada por un monstruo absolutamente carente de mente que se mueve exclusivamente en función de las emociones que percibe. Unas agradables y otras desagradables. Steve tenía que lidiar con la complicación de que la casualidad y el destino hicieran que el Hombre Cosa funcionara en el rol de héroe del título (por ejemplo, salvando a la desvalida huerfana en lugar de destrozarla porque el miedo que percibe en ella le causa dolor).

Aún más, el "protagonista" es una masa de fango humanoide sin personalidad que deambula por un pantano. Así que todo el interés dramático y subtramas deben brotar de los secundarios humanos. Secundarios que, salvo alguna excepción, ven sus tramas resueltas en uno o a lo mucho dos episodios y desaparecen para no volver nunca más. Mes tras mes Gerber creaba planteles enteros de secundarios que después desechaba.

A cualquier guionista estrellona de hoy en día tal idea le causaría un derrame cerebral.

Heh, posiblemente el único personaje secundario sin serie propia del Universo Marvel que haya hecho más apariciones invitadas sea Nick Furia.

Otros guionistas y dibujantes han aparecido como personajes dentro de los cómics. Pero sólo Gerber llegó a convertirse en un supervillano (el Mancha Solar de Legends no cuenta; era un personaje que ya existía antes de que Byrne lo dibujara con la cara de Jim Shooter).


¡Espada Tronante!

Sólo Steve Gerber logró lo que ni Dini ni Giffen (ni, por supuesto, esa petarda sobrevalorada de Morrison) pudieron lograr: escribir una colección relacionada con Countdown que era buena.


De hecho era muy buena. Era como el Promethea de Moore pero despojado de pedantería intelectual.

Y nos quedaremos sin saber cómo habría terminado. Porque Steve ha muerto.

Y si, puede que sea idolatría sentirte triste por la muerte de alguien cuya obra admiras. No siendo alguien que conocieras en persona y amaras no debería afectarte.

Pero su muerte antes de tiempo es dolorosa porque te priva de todo lo que podría haber seguido creando.

Y es injusta porque todo reconocimiento que se le quiera hacer ahora llegará tarde. Demasiado tarde.

Mi único consuelo es que si existe un dios en el cielo será el quien tenga que aprender la Verdad Sagrada del Universo de Steve.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias tío. Alguien que habla desde el conocimiento y no se limita a copiar la entrada de la Wikipedia. Te lo agradezco de veras, Gerber era un autor que me llegaba y necesitaba que alguien pusiera blanco sobre negro lo que sentía sobre ese hombre, y has sido tú, gracias otra vez...
A mí también me ha afectado su muerte... y sigo sin saber por qué...
Te recomiendo el HARDTIME, los dos volúmenes aunque tuviera que cerrarlos antes de tiempo. Inteligente y corrosivo, Gerber al fin y al cabo.

J Calduch dijo...

Gerber fue Espada Tronante, cierto es, que injusto es todo a veces.

Debo decir que sus tebeos no me llamaban (igual es que cuando quiero ver algo diferente del mainstream lo busco fuera del mainstream)pero que los pocos Vertices que pude pillar de Omega me fascinaron. Y entre mi tarea de pendientes está ojear Nevada (Vertigo, una corista y un avestruz en Las Vegas).

Anónimo dijo...

R.I.P.
El homenaje del respeto.

Necio Hutopo dijo...

In Memorian...