jueves, 1 de mayo de 2008

Descanso Dominical

Damas y caballeros, nuevamente con ustedes, el Adalid de la Clase Obrera, el Azote de la Burguesía.

Tan rojo que a su lado Trosky parece un tertuliano de la Cope.

Tan fantasma que hace que Steven Seagal parezca modesto.

¡EL FANTASMA ROJO!


Buenos días camaradas.

No, no hace falta que os levanteis. De hecho no hace falta que hagais nada.

Hoy es festivo y no hay que hacer nada. Porque es el Día del Trabajo, ¿no? (¡гречиха, y luego me llaman a mi incoherente!)

Descansad, pues. ¿Puedo preguntar a qué vais a dedicar este día de ocio, camaradas?


Ah, fascinante. ¿Y tu, camarada Avispa?


Ehm... me temo que no he comprendido del todo...


¡DEMASIADA INFORMACIÓN! que diría el camarada EmeA.

Pero puedes estar tranquila, mujerzuela occidental símbolo de los estragos que causa el consumismo desenfrenado en la natural modestia femenina. No voy a denunciar tus errados modos.

Al fin y al cabo, hoy yo también estoy descansando.

¿Y por qué no? Puedo permitirme ese lujo. Mientras yo estoy aquí tumbado, relajándome al melodioso son de los Coros del Ejército Rojo cantando La Internacional, el Capitalismo sigue autodestruyéndose.

Esquilmando los bolsillos de los aficionados obligándoles a comprar una y otra vez la misma película...


Obligándoles después a comprar el merchandising...


Por absurdo que sea...


Aunque esté dando pie a chistecillos fáciles con la cosa...


No, los aficionados, compradores compulsivos criados en el capitalismo más salvaje, no tienen criterio. Se les puede vender cualquier cosa.

Y quiero decir cualquier cosa...

Y ahí reside el talón de aquiles del capitalismo. Es cuestión de tiempo que se de un paso en falso, que se cruce el punto de no retorno. Que se insulte a los mismos clientes.

Que se les llame en su misma cara homosexuales, gordos y velludos, por ejemplo...

Alienando a los mismo clientes de los que depende para sobrevivir será como el capitalismo empieze a autodestruirse.

Asi que ya lo veis, camaradas. No necesito mover ni un dedo para que el Paraiso de los Trabajadores se encuentre más cerca de nosotros.

Citando a la camarada Ninotchka, obreros del mundo, ¡levantaros!... pero todavía no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que coño son los cangrejos???? No,en serio...son unos pobres cangrejos ermitaños que les han pintado la concha de colores????

Necio Hutopo dijo...

Sí, Lokkie, justamente... unos cangrejos ermitaños a los que les pintaron la concha de colores...

Y de los soso... U pensar que alguién que se asutó cuando vio los elefantes...