Esta mañana el Hombre Medicina, tras terminar el sacrificio de dos vírgenes para apaciguar al Teide, ha procedido a pintarme los tatuajes sagrados que me protegieran durante mi estancia en tierras madrileñas. Le he dicho que bueno, que vale, porque el rollo tatuu tribal todavía se lleva pero que, aparte de eso, no me iba a hacer falta.
Me ha preguntado si no me daban miedo los vigilantes del metro de Madrid, los porteros de sus discotecas, sus skins, sus antiglobalización, sus comandos albano-kosovares asaltachalets conperfefctoentrenamientomilitar (TM)...
Y le he respondido que no.
Que cuando uno vive en una tierra donde los nativos invocan impías y primigenias deidades abisales recitando incomprensibles cánticos con toda naturalidad por la tele...
Y en la que la última sensación es esta:
Quienes tendrían que tener miedo son los peninsulares.
Porque, a estas horas, el avión ya ha aterrizado y ya camino entre ellos...
(y, para demostrar que las desgracias nunca vienen solas... ¡NUEVO DISCO DE LAS K-NARIAS!)
Si alguien podía mejorar el clásico tema de la Billo's Caracas Boys... eran ellas.
lunes, 24 de noviembre de 2008
EF2008: The Arrival
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1 comentario:
antes de enfrentarte a los porteros de discoteca,antes que a los seguratas del metro,tienes que enfrentarte al boss del primer nivel madrileño:
el avion flamigero! :P
*LoKKie modo humor negro off
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