Que en realidad no es la esperanza, como decís los humanos, sino el sentido del humor. Cuando uno deja de poder reirse de sí mismo y de su situación sí que está perdido.
Pero la esperanza también es importante, claro. Sois la única especie sobre la faz de vuestro planeta que sabe que, haga lo que haga, su muerte es inviable y acabará sucediendo tarde o temprano. En esas condiciones la única manera de seguir adelante día tras día es a través de la esperanza por absurda que sea. Es imprenscindible para superar lo aparentemente insuperable pero sin ella hasta el obstáculo más pequeño se convierte en insalvable. Como dice Tim Robbins al final de Cadena Perpetua, la esperanza es buena.
Pero, como todo en este universo, es finita. Llega un momento en que empieza a agotarse. Llega un día en que uno se empieza a cansar de tener esperanza en vano. Vada vez se hace más dificil caminar hacia el siguiente oasis porque la experiencia demuestra que no va a ser más que otro espejismo. Cada paso adelante es más duro que el anterior.
Y este nuevo oasis, al final, ¿era otro espejismo? ¿O acaso este era de verdad, sólo que era opaco al radar y no devolvía las señales que Zoidberg le enviaba? El cada vez mayor cansancio y la cada vez menor esperanza dicen que lo primero.
sábado, 31 de enero de 2009
Las Crónicas Decapodianas: Lo Último que se Pierde
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