El País de la Turba 2

La idea teórica detrás de un sistema legal es ejercer la justicia en lugar de la venganza. El deseo de venganza es comprensible en una víctima o en sus allegados pero es irracional por naturaleza, así que una legislación basada en las opiniones de las víctimas llevaría a una civilización de pesadilla digan de un episodio de Star Trek. ¿Una prueba empírica? No problemo.

Pregúntale al compañero de trabajo que tienes a tu derecha qué pena pediría para un conductor borracho que hubiera atropellado y matadao Farruqito-style a su hijo. Y ahora al compañero que tienes a tu izuierda.

Y ahora pregúntales qué pena pedirian si quien fuera su hijo fuera el conductor.

En la sociendad multimediática del siglo XXI a los pelotones de linchamiento se les llama "debate social" y están formados por grupos mucho mas ámplios e interconectados pero siguen definiendose por el mínimo común denonimador de razonamiento. Los padres de Marta del Castillo piden un referendum para instaurar la cadena perpetua. Es comprensible. Y más lógico que la petición de los padres de Mari Luz (que habría implicado para el asesino de cuarenta niñas menos pena que para el violador de una). Pero en el fondo igualmente irracional.

Y lo es porque simplemente si el presunto asesino se hubiera entregado tras el crimen en lugar de deshacerse del cadaver no habría habido desaparición. Sin la desaparición no habría habido resonancia mediática durante dos semanas. Y sin esas dos semanas el asesinato al descubrirse no habría pasado de otra noticia sobre "otra muerte causada por la violencia machista" y el cómputo de víctimas que llevamos este año.

Mismo hecho. Distinto "debate social".

Y uno de los problema es que los argumentos televisivos en ese supuesto debate son periodistas indignados moralmente (pero que no tienen reparos en exprimir las lágrimas de los familiares de las víctimas à la Herrero) y presuntas expertas en la presunta ciencia de la grafología que nos regalan con perlas de sabiduría como "la manera en que escribe la G demuestra q presume d gran sexualidad", que ""la x es de un chico depravado y de una mural muy dudosa" o que "la t en diagonal y acabada en punta significa agresividad".

El otro es que la propuesta de referendum quedará en nada, pero que como un día una de estas cosas coincida con unas elecciones nacionales de resultado incierto podemos acabar con una legislación que condene el robo de un bolso con la amputación de una mano.