En toda la historia de la humanidad nunca hubo una mujer tan malvada como Ilsa...
Los primeros informes sobre sus actividades la situan como directora de un campo de concentración nazi durante la segunda guerra mundial, donde era conocida como la loba de las SS.
Decidida a demostrar su teoría de que las mujeres son más resistentes al dolor que los hombres y que por ello serían mejores soldados, Ilsa dedicaba sus días a experimentar metódicamente con sus prisioneras un amplio abanico de torturas encaminado a determinar su umbral del dolor.
Sus noches las dedicaba a intentar saciar sus apetitos sexuales con los prisioneros. Lamentablemente para ella ninguno estaba a la altura y conseguía mantener su ritmo. Lamentablemente para ellos tal fallo era castigado con la amputación del miembro en cuestión.
Poco antes de la llegada de las tropas aliadas una revuelta de los presos arrasó con el campo y acabó con su vida.
Aparentemente.
En realidad en la competición entre el ejército norteamerican y el soviético por agenciarse científicos nazis los primeros lograron quedarse con Werner Von Braun, pero los segundos se llevaron a Ilsa.
Eso explica que resurja años despues de la guerra como directora de un campo de reeducación soviético al servicio de Stalin bajo el pseudónimo de La Tigresa.
Según los testimonios archivados, sus técnicas de tortura se habían refinado y derivaban hacia el campo del lavado de cerebro. Sus necesidades no, pero al menos ahora podía satisfacerlas a base de rudos cosacos.
Eso sí, de dos en dos.
Cayó en desgracian tras la muerte de Stalin y la subsiguiente purga que llevó a cabo Krushev y abandonó precipitadamente el país. Agentes de la KGB la localizaron años más tarde en Canadá. Uno de los agentes capturados pudo comprobar en carne propia que no hay varón que pueda resistirse a los arios pectorales de Ilsa.
Tras un violento tiroteo, fue abandonada para morir en un lago helado.
De nuevo, aparentemente.
Dado que su siguiente aparición es como jefa de seguridad del harén de un jeque árabe enriquecido por los petrodólares, en esta ocasión bajo el manto totémico de la hiena.
A las habituales torturas encaminadas a mantener en su sitio a las prisioneras del harén había añadido sofisticados métodos para deshacerse de los adversarios del jeque como un DIU explosivo de espoleta activada por los movimientos corporales orgásmicos.
Tristemente las maniobras geopolíticas del imperialismo norteamericano dieron al traste con su situación. El agregado militar de la embajada se encargó de deponer al jeque y de colocar en su lugar a un infante heredero férreamente tutelado por el embajador. Ilsa acabó en la más lóbrega mazmorra del palacio condenada a una vida peor que la muerte.
De la que, si hay que hacer caso a ciertos testimonios, escapó.
Puesto que, unos años más tarde, la directora de una carcel de mujeres política de cierta dictadura sudaméricana disfrazada de sanatorio psiquiatrico guardaba un parecido más que razonable con ella.
La testigo Lina Romay sigue afirmando que la directora, conocida a veces como Greta y a veces como Wanda, era en realidad la notoria Ilsa. Ciertamente sus métodos no habían cambiado demasiado.
Y si no se trataba de Ilsa al menos murió como ella, en la correspondiente rebelión de prisioneras.
Pero, ¿y si lo era?
Y aún más, ¿y si sobrevivió?
Por si acaso, yo le echaría un vistazo a la lista militares norteamericanos que tengan que apuntarse al paro cuando Obama cierra la prisión de Guantánamo.
No sería la primera vez que se rumorea que anda por esa zona...
PD 1: Ilsa es como James Bond o Torrente, un personaje cuyo atractivo consiste en lo políticamente incorrecto que es y a quien destruiría una limpieza moral (como lamentablemente se puede comprobar que le ha pasado a Bond). La impresionante Dyanne Thorne, que tuvo que explicarle a David Mamet que Ilsa le costaba la vida lo que hacía en cada película cual "primero le das alegría al cuerpo y luego pagas el precio" del cine del destape patrio, vive con su marido (el ruso que no podía resistírsele) en Las Vegas donde oficia ceremonias matrimoniales.
PD 2: Así que tras ver esto:
(ojo antes de darle al play, que el video está lleno de cosas que hacen los papás y las mamás cuando se quieren mucho)
...comprenderan ustedes el soberano cabreo con el gilipollas del Rob Zombie que, pretendiendo homenajear a Ilsa y contando con Sybil Danning y Udo Kier ha perpetrado esta puta mierda:
No me extraña de Miss Thorne no quisiera participar. Ella sigue visitando convenciones y concediendo entrevistas.
2 comentarios:
Gracias por avisar,no le fuera a dar al play en el curro,pero ya con las fotos de despelote era bastante para cargarmela xD
Y no le llames gilipollas a Rob Zombie!!!! Dile que se deje de cines y hostias y saque otro disco,pero no le llames cosas,jooo
A lo mejor Ilsa es, más que una persona, un concepto, como Grendel.
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