Cartas a un Viejo Español (1)

Querido bisabuelo:

Esta mañana me ha bajado lo suficiente la fiebre como para poder volver al trabajo en la Fundación, pero en cuanto ha llegado mi jefe me ha llamado a su despacho. Me ha dicho que la empresa no está para pagarme bajas por enfermedad y antes de poder responderle me ha despedido. Diez minutos más tarde ya estaba en la calle.

No sabes cuánto te agradezco, queridísimo bisabuelo, que tu y tus compañeros lograrais que se instaurara el despido libre (o, como lo llamabais en vuestra época, "la inevitable reforma del mercado laboral", que es mucho más largo).

Iría a poner flores en tu tumba, pero tras el precedente que sentasteis ahora en los tanatorios no se preocupan de identificar los cadáveres y todo el mundo sabe que el nombre de la lápida no coincide con la persona enterrada.

Santiago