lunes, 25 de mayo de 2009

Las Crónicas Decapodianas: Sabemos Dónde Vives

¿Qué, se ve bien trabajar desde ahí?

La verdad es que escrito suena fuerte y desafiante, cuando en realidad es un comentario casual sin asomo de mala leche. Zoidberg, momentaneamente sorprendido, se incorpora de su posición de recostado sobre el carrito de la compra. Piensa en qué replicarle a la cajera que sigue pasando la compra del anterior cliente. La cajera le suena ligeramente a Zoidberg, lo que no es extraño si se tiene en cuenta la frecuencia con la que viene a comprar al Merca-mola.

"Bueno, si quieres de doy mi MSN para que veas por mi webcam cómo ahora vuelvo a casa, coloco todo esto y me vuelvo a sentar delante del PC a currar como si nunca me hubiera levantado".

No, demasiado borde. Ella lo ha dicho en tono relajado y con una sonrisa.

Nota para Zoidberg mismo: ¿Webcam de pago "Vea como Zoidberg crea Arte en tiempo real"?

Nota para Zoidberg mismo (2): Borrar nota anterior, ya se ha hecho (y gratis)


Finalmente Zoidberg selecciona la opción "calladito y con media sonrisa estás más guapo (que no supone demasiada mejora, pero algo es algo)" del menú desplegable y espera a que llegue su turno.

Y, como casi todo en esta vida, su turno llega. Y mientras la cajera empieza a pasar la compra de Zoiberg, botellas primero, que van al fondo del carrito, este se pelea con las bolsas de plástico, que cada día vienen más cerradas al vació, le llega la primer botella. La cajera le ofrece una bolsa pero Zoidberg la coloca directamente en el carrito.

Ahh, es verdad, que tú no ponías las botellas en bolsas.

Un escalofrío recorre el cartílago dorsal de Zoidberg. Sus dos corazones se detienen por un segundo. La frase se repite en su cabeza mientras acaba de colocar la compra. Mientras paga. Mientras vuelve a casa. Mientras guarda la comida. "Ahh, es verdad, que tú no ponías las botellas en bolsas".

Cuando miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada. Y cuando te vas quedando con la cara de los cajeros del Carreful, los cajeros del Merca-mola se van quedando con la tuya.

Y lo comentaran entre ellos, cada uno aportando una pieza del puzzle. "Suele venir a media mañana". "¿Y por qué se pega tres mese viniendo y luego desaparece otros tres?". "Qué camisetas más raras trae". "A saber qué estará escuchando en el MP3" "¿Habeis visto cuánto chocolate compra? así está de gordo".

Ellos saben mucho más de Zoidberg que lo que Zoidberg sabe de ellos. Qué y cuánto come. Qué bebe. Con qué se ducha. Con qué se peina. Cada cuánto cambia de plantillas devorolor para los zapatos. Cada elemento comprado es un dato más que ellos conocen. El único reducto de intimidad que le queda se lo debe agradecer a que los condones los compra en la farmacia...

Hasta pueden saber cómo se llama y dónde vive Zoidberg gracias a la tarjeta de compra.

Zoidberg quiere correr a acurrucarse debajo de su cama, pero ni allí estará a salvo de sus miradas inquisidoras. Ellos saben qué detergente ha lavado la colcha y con qué ha limpiado el suelo bajo la cama. Con qué toallitas está limpiando sus gafas, empañadas por el vaho causado por su sudor.

Y de repente una idea cruza el firmamento mental de Zoidberg, más brillante que un millón de soles, y explota con la fuerza del meteorito que exterminó a los dinosaurios.

Zoidberg corre hasta la cocina (ellos saben qué aceite usas) y alcanza el contenedor de bolsas de plástico para reciclar (ellos saben que usas sus bolsas). Tras unos segundos de frenética búsqueda logra encontrar el tiquet de la compra. Lo desarruga y la Verdad es revelada.

Y con ella, como anunciaba la Biblia, llega la libertad.

Porque, para escarnio de sindicatos poco preocupados por hacer cumplir la Ley de Protección de datos y alivio de los paranoicos con manía persecutoria, los tickets de compra incluyen el nombre de la persona que ha atendido al cliente.

Así que puede que usted sepá que Zoidberg no usa bolsas para las botellas, pero Zoidberg sabe cómo se llama, señorita M. L.

¿Siente un sudor frío que le baja por la espalda? ¿Se siente observada? ¿Se pregunta qué otras cosas puedo haber averiguado?

BIENVENIDA A MI MUNDO

BWAHAHAHAHAHAHAHHH...

5 comentarios:

LoKKie dijo...

Venga,con fijarte un minimo se averiguan cosas de una tia aunque no se este comprando nada xD

Te tienen rodeado xDDD

Mistheart dijo...

No es paranoia si te persiguen?

Ahora si tengo miedo, aunque no se para qué querría alguien saber cuales son mis chuches favoritas (si se me pregunta lo digo, que soy educado...)

Necio Hutopo dijo...

mmm... PUes para lo poco que voy a los supermercados...

Isaac Hernández dijo...

Y digo yo....¿te fijaste si la chica llevaba anillo? ¿No es raro que se acuerde justamente de tus hábitos de compra y no de los que iban delante en la cola? Empieza a ponerte más en su caja a ver que pasa, sólo como experimento sociológico.

Es un consejo de: Isaac Hernández (que no sabe de lo que habla pero lo mismo podría decir de los curas y hay llevan con un negocio de dos mil años los tíos jodíos)

Isaac Hernández dijo...

Fe de Erratas: Ande enpone "hay" endebía enponé "ahí" (claramente).