Ser un Hombre de Acero no es todo días de vino y rosas, no señor. Si, tener un cuerpo superpoderoso, invulnerable y cincelado en bronze está bien.
Pero hay que pagar un alto precio por ello.
La gente te ve pasar volando y te admira.
Y te envidia.
Y te desea.
Y al menor descuido...
...por ejemplo, aprovechando que una explosión te ha dejado aturdido, los tienes encima como buitres...
...lanzándose a com... ehm... a mancillar tu honor.
(snifs) No, no es fácil tener un supercuerpazo...
miércoles, 27 de mayo de 2009
Superabuso
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario