Las Crónicas Decapodianas: Dinosaurios de Venus

En su fundamental Cosmos, Carl Sagan explicaba como ejemplo de método no-científico cómo algunos presuntos entendidos supusieron que las densas capas de nubes que revelaban las primeras observaciones por telescopio del planeta Venus se debían a un entorno de helechos similar al de la Tierra en el período jurásico. Y si la flora era similar, ¿por qué no iba a serlo la fauna?



Observación: no se ve nada.

Conclusión: dinosaurios.

Lamentablemente el método científico es inaplicable a las relaciones interpersonales, pues si hay una constante en el género humano es vuestra capacidad para comportaros de manera ilógica. Y así Zoidberg se ve condenado a vivir no un melodrama de certidumbres sino una tragicomedia de malentendidos. Cuando decís algo, ¿quereis decir lo que decís o en realidad quereis decir otra cosa completamente diferente?

Pero hay casos peores. Hay ocasiones en que lo que hay que interpretar adecuadamente no es un mensaje sino su ausencia. No hay nada más desesperante que el que se mande una señal a base de no mandar ninguna señal. Obliga al (presunto) receptor a moverse a ciegas, incapaz de distinguir un "claro que sí, ya me estaba hartando de esperar a que tomaras la inciativa" de un "¿pero yo que he hecho para hacerte creer que tu y yo...?".

Observación: no se ve nada.

Conclusión: pues a saber...

Y pasa que el infierno personal de Zoidberg es preguntarse qué habría pasado si hubiera hecho las cosas que en su momento no se atrevió a hacer. Pero también sucede que cada vez que lo intentó invariablemente la respuesta fué la segunda y no la primera.

Y no sabes si mañana te van a reventar las tripas y has malgastado los dos últimos meses de tu vida persiguiendo dinosaurios de Venus. Tan dinosaurios y tan pero tan de Venus que si la interesada llegara a leer este post no se enteraría de que se hablaba de ella.

Así que se acabó el hacer el pardillo y corretear por castillos en el aire. Zoidberg recorta pérdidas, da la expedición por fracasada y se prepara para la siguiente.

Bueno, para cuando acabe la convalecencia.

Y aviso a los navegantes: las luces de posición está para encenderlas y que los demás vean tu posición. De ahí su nombre. Curioso, ¿verdad?