Paganos

Se acaba de aprobar la nueva Ley General de Comunicación Audiovisual que regula el sector... uhh... audiovisual.

¿Quién no pagaría por encerrar a Vega y Aguirre en la Cúpula del Trueno (y después tirar la llave)?

¿Y a mí qué? pensará nuestro lector habitual.

Pues mucho.

Porque, entre jerga legal y creación de consejos reguladores, se prohibe la emisión en abierto de pornografía.

En realidad es tinta malgasatada. Las grandes cadenas no emiten pornografía en abierto porque saben que el negocio está en cobrar por ella. En eso es como el furbo, pero promoviendo el buen rollo entre la gente en lugar del odio. Las minicadenas locales sí emiten xucu-xucu, pero de todas formas están condenadas a desaparecer con el apagón digital. Al final todo se reduce a que la proxima vez que en DEC entrevisten a Dinio le tendrán que ponder de fondo imágenes de su concurso de madrugada.

Si, lo se. Yo también preferiría soñar con Freddy Krueger que la pesadilla que esta noche me va a causar haber visto esta carátula.

Pero cuidado, pajilleros con canal satélite contratado que os las prometeis muy felices: tales contenidos sólo pueden ser emitidos "en horarios comprendidos entre las 22. 00 horas y las 06. 00 horas". ¡Nada de tocarse a horas en las que la gente decente está trabajando! ¿Qué os habiais creido?

Pero atención, que vienen curvas.

En ese afán de proteger a nuestros niños que mueve a los redactores de esta ley, y en un nuevo gesto que de haber sido perpetrado por peperos tendría a la mitad de la progresía levantada en armas, las mismas limitaciones se aplican a los contenidos de "violencia gratuita".

Citando al clásico Alex de la Iglesia, cualquier cosa que se emita codificada "no será violencia gratuita, porque hay que pagar para verla".

En el final original, incluido en el 10th Anniversary Director's Cut, todo era un sueño y su cara está entera.

He ahí el Genial! cogollo de la ley. Si por separado las discusiones sobre la supuesta línea entre erotismo y pornografía o la diferencia entre violencia gratuita o ejque-lo-exige-el-guión son equiparables a las dedicadas al sexo de los ángeles, imaginad el devastador potencial de un crossover entre ambas.

¿SAW VI? Prohibida. No se ve ni un pezón, pero ha sido clasificada X. Y ni siquiera porque sea demasiado violenta, que mira que hay por ahí cosas diez veces más gore y chungas, sino porque promueve la violencia. Debe ser que la distribuidora iba a sortear lotes de la película si les mandabas dedos cortados o trocitos de hígado humano.

Pero vamos, nada nuevo bajo el sol. En su momento, allá por 1979, Mad Max fué clasificada S por violenta. Treinta años y volvemos al punto de partida.

¿Soñadores de Bertolucci? Follan de verdad ¿no? ¡Pues es pornografía, hombre!

Ah, ¿que no? ¿Que esa película es arte y en ella el sexo es parte integrante del argumento? Pues en El Experimento Urano tambien, que los protagonistas no podían esperar a estar en órbita para echarse un feliciano en gravedad cero.

Para que luego digan que el porno discrimina a la mujer: ellos sin nada bajo el uniforme, como en cierta óptica de Madrid.

En fin, pasemos a la siguiente. Anticristo. Sexo explícito. ¡Y con el Duende Verde!

De La Última Tentación de Cristo a Antiídem. ¡Menudo carrerón, Willem!

Y además violencia a tutiplén: una castración de esa que todo el público masculino hace un "uuffssshhhh" colectivo (dicen). Prohibida ¿no?

Ah, que tampoco. Que a LARS! ni tocarlo.

Sigh...

¿Irreversible? El sexo podría ser real, que ya sabemos lo casquivana que es la Belucci. Y violencia no es que le falte...

¿El Agente Cooper? Si, claro, al fondo a la derecha.

Tampoco. Que si es francesa no cuenta. Bueno, entonces ni pregunto por Follame...

Así que a estas alturas os estareis preguntando que, dado que hace años que todo el porno que se consume se descarga de internet, qué consecuencias reales tendrá la flamante nueva ley (para aquellos que no vayan a pillar un sueldito por sentarse en uno de esos nuevos consejos).

Pues, como con el porno, nada.

A seguirse bajando los screeners, dvd-Rip o dvd-full, ahora porque ya no queda otro remedio.

Que ya le echarán luego la gente de la industria la culpa de la crisis a la piratería.