Es Fácil ser un Columnista Facha (1)

La gente que se queja del paro de hay lo que les pasa es que no quieren trabajar, porque trabajo lo hay, y a espuertas.

No importa lo obutuso, cazurro, ignorante o negado que uno sea, siempre puede encontrar empleo como columnista-opinador-tertuliano facha. ¡Cualquiera puede! No hace falta saber razonar, escribir bien o tener una mínima percepción de la realidad circundante. Basta con seguir unas sencillas reglas.

Podemos tomar cualquier noticia del día al azar y utilizarla para nuestros propósitos. Por ejemplo, la concesión de los premios Nobel de este año.

El primer paso es atraer el ascua a nuestra sardina.

En este caso relacionar la noticia negativamente con la situación actual de nuestro país. Dado que la única polémica ha sido el Nobel de la paz de Obama, y no tenemos huevos de meternos con los USA, nos fijamos en que ningún premiado es español.

El segundo paso es echarle la culpa al gobierno socialista.

Podríamos relacionarlo con el recorte a la inversión en investigación y desarrollo en los últimos presupuestos nacionales, pero es un argumento demasiado sofisticado para nuestro público lector target. Además, un argumento puntúa doble si se adhiere a una teoría conspirativa ya existente porque la abundancia de argumentos a favor, por estúpidos que sean, da respetabilidad. Si el premio Nobel de química le hubiera sido concedido a investigadores españoles, por ejemplo, podríamos decir que fueron quienes identificaron erroneamente los explosivos utilizados en los atentados del 11-M y que este es el premio que les dan los servicios secretos suecos, que también forman parte de la Conspiración. Como no es el caso, le echaremos la culpa a la LOGSE y a los estragos educativos cometidos por los malvados sociatas.

Si, ya lo se, en realidad los investigadores que ahora podrían competir por un premio Nobel fueron educados bajo los gobiernos de Aznar, Gonzalez o Suarez, y además quienes instauraron el principio de que un alumno podía pasar de curso con más de la mitad de las asignaturas suspendidas fueron los populares, pero como ya he dicho antes, nuestro lector medio ya ha sido convenientemente condicionado para comulgar con ruedas de molino y sólo necesita que le proporcionemos la consigna del día.

Con todos estos elementos ya sólo nos queda cocinar a fuego lento una columna en la que nos escandalizemos de que, por culpa de la política educativa de Zapatero, quedamos fuera de los premios Nobel nuevamente. No debemos olvidarnos de insultar veládamente a la ministra de educación (puntua extra porque es mujer) y de decir que ese dinero que falta en la educación ha ido a parar a pagar ese cine español hecho por titiriteros (puntua extra incluir insultos a Pilar Bardém). Y ¡presto! tenemos una bonita culumna que podría ser publicada en El Mundo o leída en la COPE.

Si es que el problema que teneis los jóvenes es que no os gusta trabajar, coñoya.