jueves, 31 de diciembre de 2009

EL problema

El problema es que no me creo que sólamente 800 gramos de PETN puedan partir en dos un avion. No es que sea tecnología punta, precisamente, que es un explosivo de finales de la Primera Guerra Mundial.

El problema es que la gente del primer mundo es predecible. Se han acostumbrado a creer que se pueden proteger contra todo y si les prometes seguridad podrás hacer que salten desnudos a través de un aro.

Literalmente.

El problema es que cuando las aerolíneas quisieron cobrar por la comida tuvieron que admitir que los pasajeros se trajeran el bocata de casa. Y ya pasó algo sospechosamente similar para que prohiberan los líquidos a bordo y, si no quieres atragantarte, tener que comprarles la bebida.

El problema es que a los-de-siempre esto también les viene de maravilla para volver a cantar a coro la consigna de "luchar contra ellos allí para no tener que luchar aquí" ("allí" ahora mismo es Afganistán).

El problema es que los periodistas se limitan a copiar y pegar el comunicado de agencia sin buscar fuentes propias.

El problema es que las empresas desarrolladoras de sistemas de seguridad también quieren vender sus productos.

El problema es que un terrorista dispuesto a suicidarse y con acceso a explosivos reales montados profesionalemnte sólo tiene que facturar una maleta rellena de 15 kilos de material con un temporizador y sentarse tranquilamente en su butaca a esperar la explosión. Nadie puede protegerte de alguien que de verdad puede matarte.

Pero eso no es lo que la gente quiere oir, ¿verdad?

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