domingo, 17 de enero de 2010

Dark Santa Cruz City: El Crepúsculo del César Manrique

Erase una vez una pequeña capital de provincia turística que, paradójicamente, no tenía playa propia. Y sucedió que para remediarlo el Cabildo de la isla construyó un parque marítimo.

Y el parque, construido con la excusa de un par de diseños de César Manrique, sirvió para su función durante años. Su función era, evidentemente, que el empresario privado que lo gestionaba se sacara unas pelillas a costa de una infraestructura levantada con dinero público (y es que no habrá verdadera democracia hasta que se prohiban las subcontratas con dinero público).

Pero aparte de eso era un lugar amplio y agradable donde refugiarse del axfisiante calor veraniego por un precio razonable.

Incluso uno se podía olvidar que bajo la frondosa montaña-jardín se escondía el antíguo lazareto municipal.

Eran los años en los que el ayuntamiento santacrucero clamaba a los cuatro vientos que la refinería iba a trasladarse y que en esa zona iba a construirse el Nuevo Santa Cruz.

Como parte de eso que ahora se llama "renovación urbana" se levantó el flamante recinto ferial diseñado por Calatrava.

Que igual uno de estos años logran hacerle una licencia de apertura y el Cabildo deje de tener que seguir renovando la licencia temporal.

Y el flamante Auditorio diseñado por Calatrava.

Visto aquí junto al Monumento a Manga Video.

"El Nuevo Santa Cruz". Yo nunca pude oir esa frase sin acordarme de RoboCop y de Delta City.

Y terminó de manera parecida.

El prometido boom inmobiliario no pasó de un par de torres a precios exhorbitados (incluso para la burbuja que se estaba viviendo a nivel nacional)

Y no, evidentemente la refinería nunca se trasladó. Como mucho accedieron a contratar a cuatro artistas para que pintaran sus tanques de combustible para resultar más armónicos con el paisaje.

No.

Yo tampoco lo comprendo.

Pasaron los años hasta que el dueño de la empresa gestora dejó de pagar a sus empleados y a exigir al ayuntamiento una licencia para realizar eventos con el mismo argumento: que el parque no era rentable.

Se acabó así llegando a una situación única en el mundo (como tantas otras cosas en esta linda tierra canaria): una empresa que sufría al mismo tiempo un cierre patronal y una huelga obrera. Las promesas de reapertura se quedaron en eso, en promesas.

Y este es el aspecto que tiene a día de hoy.

Piscinas vacías y suelos cuarteados por el sol.

Un nuevo vertedero en potencia.

Un lugar vacío.

Que, lo más probable, será abandonado a su suerte. Se dejará que se pudra lentamente hasta que alguien se forre derribándolo y construyendo un centro comercial en su lugar aunque para ello se pase la Ley de Costas por el forro.

Se pone el sol para el Parque Marítimo César Manrique.

Lo echaré de menos.

2 comentarios:

Isabel dijo...

;(
la verdad que entre vertedero y centro comercial no se que es peor

LoKKie dijo...

si tiene pinta de desolado...

lo que hay que hacer es mangarle alguna puxarra de esas que tienen en lo de cesar manrique de lanzarote,y ponerlo ahi,para darle un empujoncito :P

salvo que me digas que lo de lanzarote tambien se ha ido al carajo,que espero que no :S