A veces me cuesta explicar a mis conocidos peninsulares la verdadera naturaleza de esta Tierra Canaria.
Más que un estado de la materia a veces diríase que es una condición del espíritu, pues las palabras se quedan cortas para describir sus peculiaridades. No puede ser transmitida, solo experimentada en primera persona.
Por ejemplo, a veces les comento que en estas costas abundan los cultos al Gran Cthulhu.
En las nuestras también, suelen responderme sin darle mayor importancia.
¿Cómo hacerles entender? ¿Cómo lograr que comprendan que nuestros cultistas son especiales por el simple hecho de ser de aquí?
Es que luego son gente que por el día tienen oficios normales, tiendas, negocios e incluso alguno es un pilar de la sociedad local, replico.
Igual que los nuestros, me responden inevitablemente, sin ir más lejos el concejal de caza y pesca...
Y es entonces cuando no me queda otro remedio que explotar gritando...
...¡ES QUE LOS NUESTROS NI SIQUIERA SE TOMAN LA MOLESTIA DE DISIMULARLO!
miércoles, 12 de mayo de 2010
Dark Santa Cruz City: En Costas Extrañas
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