Lo que habeis hecho con el pobre Tony no tiene nombre, bastardos.
No, no me refiero a cómo habeis destruido completamente todo el carisma del reparto y la química que había entre ellos en la primera parte. Eso ya lo hicisteis con Piratas del Caribe. Sólo Scarlett podría convertir a la Viuda Negra en la cosa mas insípida y desexualizada que se ha visto desde la bruja mala de El Mago de Oz. Puntos extra por intentar convertir al Rourke en Machete, pero para ello se confundieron de amiguete del Rodriguez que había que contratar.
Ni a ese absurdo guión por el que Theroux ha tenido los cojones de cobrar por haberlo escrito. Tramas estúpidas y argumentos abusrdos son ya tan habituales en vuestro cine que pasan desapercibidos (y aún así aquí brillan momentos estelares como cuando a Vanko le ponen una capucha de secuestrado después de meterle en la furgoneta y se la quitan antes de sacarlo... ¡y ya tiene un palillo en la boca!).
Ni a las escenas de acción donde no se ve lo que está pasando, rodadas con el culo y montadas con los pies. Aguantar dos horas y veinte minutos de chorradas para ver dos, repito DOS minutos de acción superheróica potable es la cruz con la que carga todo aficionado a cine de pijameros (vease El Motorista Fantasma).
Lo que es imperdonable es ese momento Nuestros Muchachos (TM) en el que Rodhey aterriza en el aeropuerto militar con la armadura robada que permite un repaso a las grandes glorias de la industria militar norteamericana con gigabandera de fondo.
Vamos por partes.
Tales glorias empiezan por el F-16.
Vuela, funciona y hace lo que se supone que tiene que hacer.
Pero vino a entrar en servicio allá por 1979. Eso hace de él una gloria pasada.
Después viene el B-1.
Todo lo útil que le puede ser en la práctica al ejercito norteamericano un bombardero estratégico ahora mismo (o sea, nada).
Pero ser de la quinta de 1986 hace de él otro modelo vintash (claro que en un mundo en el que los B-52 de 1955 siguen prestando servicio eso no implica que tenga cerca la fecha de jubilación).
Llegamos al B-2.
Probablemente uno de los últimos desarrollos que supuso un avance tecnológico y que llegó a entrar en servicio (año 1997). Alguien podría preguntarse por qué no aparece también el otro avión furtivo, el F-117, pero igual les da vergüenza torera sacarlo después de que sus cualidades sigilosas no pudieran impedir que una batería antiaerea yugoslava les tumbara uno.
Y llegamos a la joya de la corona, el F-22 Raptor.
Que bueno, es la joya de la corona porque de todo ese desfile glorioso es el único avión moderno (2005) que funciona. Eso sí, tras tantos retrasos en desarrollo y sobrecostes que parecería que lo encargó el gobierno de Camps.
No es muy glorioso, ¿no?
Y eso que no han tenido cojones de sacar el F-35. Posiblemente porque al paso que va igual ni llega a entrar en servicio.
Y, sin embargo, hay una cosa que la habeis clavado. De casualidad, seguro.
Justin Hammer.
No porque se parezca al del cómic (como un huevo a una castaña) ni porque sea un villano interesante (hasta Vanko es más interesante que él).
Pero no recuerdo en el cine reciente un retrato más realista del complejo militar industrial. Un fulano que está en la cama con el correspondiente político y que gasta billón tras billón de dinero público en proyectos que se retrasan, se encarecen y al final no llegan a ser operativos.
Por eso la enésima revisión de su fusíl de asalto M-16 "esta vez sí que funciona de verdad" en realidad sigue sin funcionar. Total, sólo llevan cuarenta años intentándolo.
La cosa está tan mal que han tenido de tirar de versiones modernas del M-14, que dejó de estar en servicio allá por el 64. Las fuerzas especiales ya se han tendio que ir corriendo a la belga FN para que les desarrolle el SCAR. El resto de fuerzas armadas lo tiene crudo, dado que el programa OICW (basado en la caja de mecanismos diseñada por la alemana H&K) está cancelado, y su sucesor el XM8 (ídem) tres cuartos de lo mismo.
Años y millones malgastados para que al final cuando tengan el agua al cuello tengan que comprarse el G36 como hemos hecho el resto del mundo.
Pero la verdad es que si ha habido un avacen reciente en tecnología militar que está funcionando con éxito y que incluso va a tener consecuencias históricas.
Los drones.
Los cazas teledirigidos han permitido a Bush y Obama algo que todos sus predecesores sólo pudieron imaginar en sus sueños más humedos: hacer la guerra sin que te manden de vuelta esos molestos ataudes cubiertos con bandera con soldado dentro que tan mal quedan en las noticias (y que, por algún extraño motivo, hacen que los votantes empiecen a preguntarse qué coño hace su país metido en esa guerra).
Mejor todavía, no es un soldado, así que no es un ejército. De modo que lo puedes mandar tranquilamente a Pakistán a cometer primero asesinatos selectivos (ese bonito palabro creado por esos adalides de los derechos humanos llamados estado de Israel) de gente que son terroristas con nombre y apellidos, que se lo puedo demostrar mire usted. Y luego ya asesinatos selectivos de gente que algo malo estaría haciendo porque fíjese qué sospechosos quedaban en cámara. Y sin tener que pedir autorización al congreso.
Todo ello con un 20 % de daños colaterales, es decir, un 20% de victimas cuyo único delito era estar allí en aquel momento (eso contando con que el blanco principal no fuera erróneo para empezar) que tienen ese molesto efecto secundario de servir de promo de recultamiento de terroristas antiamericanos. De hecho ya se menciona el intento de atentado de Tines Square como el primero en respuesta a la guerra de drones en pakistán.
Pero, ey, las actuaciones del ejército regular vienen a causar ese mismo porcentaje. Y además que no s quejen, que al no haber soldados allí nos ahorramos los saqueos, las violaciones y las torturas.
Y todo ello sin poner en peligro la vida de Nuestros Muchachos (TM), que es lo importante.
¿Veis? Esto es lo que pasa cuando te decepciona una película de la que esperabas algo.
Que sales deprimido y pensando en cosas más deprimentes todavía.
viernes, 14 de mayo de 2010
Hierro Imperdonable
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3 comentarios:
mmm... No la he visto, pero me parece que ha recibido críticas bastante menos afortunadas que la primera, sí... Ya hasta me da miedo ir a verla
Pues a mi me ha gustado. Menos que la primera, pero divertida y bastante fiel al espiritu del comic. Asi que...te equivocas y yo tengo razon :)
Entonces, ¿me la recomiendas sí o no?
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