La ancestral sabiduría llegada de las lejanas tierras del Oriente nos enseña que el cuerpo humano es un conducto de diferentes y sutiles energías que constituyen el todo de nuestro ser tanto mental como espiritualmente.
Se llama tradicionalmente "chakras" a los nodos que coordinan y canalizan el flujo de las energías vitales en función de su origen y destino. Cada chakra controla un tipo de energía perfectamente definida, como puede verse en el siguiente gráfico.
La manipulación de los chakras para regular tal flujo, sea mediante acupuntura, digitopuntura, cuencoterapia o reiki, permite curar las enfermedades que su desequilibrio ha causado.
Pero la sintonía y el alineamiento de los chakras no sólo sirven para remediar males del cuerpo. El conocimiento de su óptimo aprovechamiento es la clave para estar en armonía con uno mismo y vivir una vida plena y saludable, pues la energía vital se manifiesta tanto en las actividades intelectuales como en las meramente físicas. Así, el Anahata, chakra del amor, también regula la función cardíaca. El Manipura, chakra de la sabiduria, la actividad respiratoria. Y el Muladhara, chakra de la vida, la respuesta sexual.
Pero al mismo tiempo los chakras se interrelacionan mutuamente en función de la configuración energética y las necesidades del momento. En el siguiente ejercicio práctico Miss Marvel nos demostrará que una ligera presión periférica en el Ajna, chakra de la imaginación, puede desencadenar una importante liberación de energía por el Muladhara...
...con erótico resultado.
viernes, 25 de junio de 2010
Materia y Energía
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1 comentario:
Como alguien más lo está pensando en este momento, mejor lo grito yo y acabamos más rápido...
CHOCHOA!!!
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