Como buen artrocefalópodo Zoidberg requiere de contacto regular con el mar para el buen funcionamiento de su organismo. No teniendo acceso a las doradas playas de aguas índigo de su Decapodia natal ha tenido que buscar la mejor alternativa posible en este reseco planetoide que ahora llama hogar.
Y la encontró al sur de esa tierra de vientos de absurdo y montañas de locura que los humanos habeis dado en llamar... ¡TENERIFE!
Porque las guias turísticas os intentaran enviar a la playa de las Américas y los guías presuntamente nativos querrán llevaros hasta Punta Hidalgo pero el paraiso existe en otra parte.
Y no es tan dificil llegar. Sólo hay que encontrar el autobús que llega hasta el Médano.
Y una vez allí seguir caminando hacia el sur. Hay que atravesar la parte ocupada por los kitesurferos.
Y no hacer demasiado caso de esas señales que han puesto creyéndose que la playa es suya.
Y allí al sur, a resguardo de Montaña Roja, está la Tejita.
Y, en ella, el paraiso.
Porque paraiso es despertar de una suave siesta a la atmósfera de calor-fresco que hay bajo una sombrilla.
Y bajar la vista y ver la hamaca y, más allá, la arena.
Y más allá, el oceano.
Y caminar hasta la misma orilla, ese lugar donde la tierra y el mar se echan un pulso por toda la eternidad.
Y NO vas a dejar que te arruine el día el hecho de que te haya tocado uno de mini olas para nenazas.
Paraiso es empezar a meterse en el agua para que te venga a recibir una débil y moribunda ola que ya sólo puede arremolinarse sobre tus pies arrastrando arena y semienterrándolos.
Antes de desvanecerse defnitivamente mientras se retira de vuelta al mar del que surgió.
Dejando al descubierto a la arena, triunfante pero sólo de manera temporal.
Y NO vas a dejar que te arruine el día el que de repente el alisio te tape el cielo con una gruesa capa de nubes digna del norte de la isla.
Porque paraiso es salir del agua y recorrer la playa de un extremo a otro por el filo del agua y la tierra, esa zona donde se mezclan en arenas movedizas que conservan tu huella perfecta hasta la llegada de la siguiente ola.
Y NO vas a dejar que te arruine el día encontrarte con que alguien del ayuntamiento, no contento con haber cerrado el chiringuito integrado en el bunker, ha instalado un puesto de salvavidas con bandera.
¿Pero esto qué coño es? ¿Quiere decir que la próxima vez que pilles un oleaje cojonudo van a poner una bandera roja y un puto becario de verano en bañador que se cree Mitch Bucannan va a venirte a dar el coñazo con un pito para que salgas del agua?
O peor todavía ¿¿¿te va a amenazar con una multa ahora que los ayuntamientos se han vuelto estados policiales fascistas capaces de multarte por poner un pie en un banco???
PUES PODEMOS TENER UNA MUY GORDA, PUTOS ESBIRROS DE...
ehm...
(tosecill)
(carraspe)
Bueno, listos, si Zoidberg hubiera querido playas perfectas se hubiera quedado en su amada Decapodia, ¿vale?
viernes, 30 de julio de 2010
Las Crónicas Decapodianas: Retorno al Mar
Etiquetas:
Cronicas Decapodianas,
Vamos a la playa Oh O-O-O-Ohh
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1 comentario:
uuuuuuh,uuuuuuh plaaaaayaaaa T_T
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