jueves, 28 de octubre de 2010

Nunca Tantos Debieron Tanto a Uno

1940. Los viejos tiempos de la guerra.

La amenaza nazi se había extendido por toda Europa como una mancha de ponzoñoso aceite. El Viejo Continente pertenecía a la esvástica o a sus esbirros (menos España, claro, en aquellos días al cuidado de un demócrata liberla llamado Franco).

En la fría y lejana frontera del este Alemania y Rusa se vigilaban en una tensa calma, presagio de terrible tormenta.

Y allá, al otro lado del Atlántico, los votantes norteamericanos no veían motivo para involucrarse en una guerra lejana.

En aquel momento de la historia la crucial tarea de contener el aparentemente incontenible avance de los ejércitos de Hitler recayó en los nobles ciudadanos de la vieja Albion. Gran Bretaña tuvo que soportar los incesantes asaltos de la aviación más adelantada tecnológicamente del planeta. Su isla convertida en fortaleza, su estrecho de Dover transformado en foso, sus acantilados en almenas.

Fue el mejor de los tiempos. Fue el peor de los tiempos.

Y sin embargo ahora sabemos que el resultado nunca estuvo en duda. Que en el mismo momento en que el alto mando nazi decidió iniciar la Batalla de Inglaterra sellaron su destino. Por fín los secretos que antaño fueron vitales pueden ver la luz pública y podemos comprobar que la derrota de las tropas nacionalsocialistas era inevitable.

Porque el Reino Unido contaba con un organismo de espionaje llamado MI6.

Y el MI6 contaba con cierto agente.

Un tal Christopher Lee...

2 comentarios:

X dijo...

Es real? Cuál es la fuente?

E. Martin dijo...

El documental de la Edicion Ultimate de El Hombre de la Pistola de Oro ;)