Admitámoslo, Morrison siempre fué un sádico.
A todos los guionistas que ha habido y habrá les encanta hacérselas pasar canutas a sus personajes y joderles la vida en general. Algunos como Stan Lee o Molinero Franco han hecho de ello su estilo personal.
Pero sólo a Grant le gusta mirarles a la cara...
Sólo Grant disfruta con orgásmico placer de ese fatal momento en que sus personajes encajan todas las piezas del puzzle que ha puesto ante sus ojos y descubren que es él el responsable último de sus desgracias. Que siempre fué él.
¿Que qué tiene que ver todo esto con Batman, decís?
No hablo del Caballero Oscuro cuando menciono el título de "Mejor Detecive del Mundo", pues no se halla en su posesión.
Ni de Sherlock Holmes.
No, la más aguda mente, la más deductiva inteligencia que jamás luchó contra el crimen en el Universo DC siempre fue otra. Un personaje injustamente menospreciado tanto por sus coetáneos como por el público lector.
Alguien que incluso al princio, cuando Animal Man no tenía la más remota idea de lo que se venía encima, ya había unido todos los puntos. Ya sabía que en el futuro le esperaba una indigna muerte cuyo único fin sería servir de apertivo a un lujoso crossover escrito por Morrison. Un abnegado heroe que, a pesar de saber de su invitable fin, siguió adulante imperturbable en su lucha contra el crimen.
En definitiva, mientras todos los demás dirigian sus ojos al capote que Morrison les ponía delante...
...Blue Beetle miraba directamente a la cara del futuro responsable de su muerte...
jueves, 3 de febrero de 2011
Esa Condenada Patrulla: el Mejor Detective del Mundo
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