martes, 19 de abril de 2011

¡Santa Semana, Batman! (3) Razonando

En estos tiempos de salvaje y radical laicismo los esbirros del Maligno y esparcen entre la poblacion perniciosas mentiras con el único fin de desacreditar nuestra fé y extender la impiedad.

La más recuerrente y, no por patentemente absurda menos creida por los débiles mentales, es la patraña de que nuestra querida Iglesia Católica es una vieja y anquilosada organización anclada en el pasado y atada a obsoletos y caducos conceptos. Que todo lo que predica y todo a lo que se opone es decidido en base a preceptos anteriores a lo que podríamos considerar plenamente civilización. Que su única guia es la interpretación más retrógrada posible de las SAGRADAS! Escrituras.

(si, yo también he caido un poquito en el pecado de la Ira al leer ese párrafo, pero nada que no curen dos avemarías)

Nada más lejos de la realidad, queridos hermanos. La Santa Madre Iglesia es una entidad viva y dinámica, tan plenamente contemporánea como cualquier otra y sus decisiones son guiadas por el más pargmático interés.

Se opone al divorcio pero no es por intransigencia. ¿De qué va a vivir el Tribunal de Rota si cualquier mindundi puede separarse sin tener que pagarles? ¡No hay tantas folclóricas tradicionales que quieran casarse indisolublemente dos veces como para mantenerlo!

Se opone a que se legalice la eutanasia, pero no lo hace porque su Dios sea un sáidco sanguinario que disfrute con el dolor de un agonizante, en absoluto. Montar almacenes de viejecitos es una inmejorable excusa para pedirle dinero al estado y luego además pedirle dinero a los contribuyentes católicos. Eso por no hablar de la excelente fuente de ingresos que son los ancianos seniles que te ceden todas sus propiedades.

Se opone a la permisividad social de la homosexualidad pero no por homofobia, no señor. Es precisamente todo lo contrario. En un mundo en que los gays son aceptados como ciudadanos de pleno derecho y pueden vivir su vida tranquilamente ¿quién va a estar interesado en hacerse sacerdote?

Se opone al aborto, incluyendo los casos de violación y peligro para la vida de la madre, pero sólo lo hace porque sin nacimientos de hijos no deseados se hundiría su negocio de gestión de adopciones. Y más en estos tiempos en que ser madre soltera ¡esta hasta bien visto! Y con las medidas de seguridad que hay ahora en los hospitales ya es casi imposible robárselos a las madres.

Se opone a los métodos anticonceptivos, ¡por supuesto! ¿De qué niños van a poder seguir abusando nuestros queridos sacerdotes si la población infantil disminuye? Habría mucho menos variedad donde elegir e incluso, Dios no lo quiera, ¡varios prelados tendrían que compartir niño! Sólo de pensar en ello...

Y en realidad no hace falta explicar tanto. Es patentemente obvio que la Iglesia Católica Apostólica y Romana no ha adoptado esas posturas por rigidez moral. Si así fuera sólo se preocuparía de que se aplicaran entre sus fieles.

Y no a toda la población, creyente, pagana o atea...

1 comentario:

Necio Hutopo dijo...

Lo bueno es que el MVE vendrá pronto y todo esto acabará como debe...