Dicen que Eurovisión no es más que un show para frikis y fracasados.
Es posible.
Hace un par de semanas ha habido que gastarse una millonada y mobilizar a miles de policias para que las aficiones del Real Madrid y del Barcelona no se mataran mutuamente a patadas. Eurovisión es el único sitio donde se ve a la gente enarbolar banderas de paises diferentes sin acabar rompiéndolas en la cabeza del prójimo (bueno, en Eurovisión y en Expobandera, claro).
Hace unos meses que han vuelto a España las tropas de Cascos Azules que se hallaban estacionadas en la antígua yugoslavia a causa de la guerra civil en la que serbios, bosnios y croatas se dedicaron a masacrarse con desaforada pasión. Con la misma con que se votan los unos a los otros en Eurovisión (para rechinar de dientes de Uribarri).
Votar a cualquier partido minoritario (lo que YA incluye a Izquierda Unida) es un desperdicio dado que gracias a la maravillosa Ley D'hont que rige el recuento de votos los a partidos mayoritarios les "cuesta" menos votos conseguir un escaño. El voto por SMS permitió que fueran a Eurovisión representantes respaldados por la voluntad popular frente a la ortodoxia de quienes manejan el cotarro como el Chiquilicuatre.
Así que me digan por favor de qué país son los frikis y los acabados que tengo que sacarme un billete.
Pero en una cosa sí que tiene razón la gente.
Eurovisión es un reducto donde campa a sus anchas la música más popgay y más tecnomoñas.
A diferencia del panorama musical internacional.
Donde lo que impera es el rock duro y la experimentación allende las fronteras musicales conocidas.
sábado, 14 de mayo de 2011
Eurolocas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario