ARRRG y Neguín: En Costas Misteriosas de Mareas Extrañas

Ha llegado el momento de que el mundo sepa lo que aquí sucede.

Este es el punto en que la verdad debe ser revelada.

Creiais conocer el horror. Creiais haberos acostumbrado a la locura. Pensabais que vuestras mentes ya habían contemplado las peores visiones que la distorsionada realidad contenía.

Os equivocabais, claro.

Pues al sur de Moredoves City, más allá de esas tierras donde la cordura desfallece y la maldad se regodea... ¡existen más lugares!

Casi parece como si quisieran que los peatones entraran por esa puerta...

Simplemente por considerar tal viaje el tejido de la realidad se anuda y retuerce con agónico sufrimiento.

Pues el viajero a cada paso que da encuentra más y más señales que, en cualquier otro, causarían el inmediato efecto de dar media vuelta y olvidar por siempre jamás tan descabellada travesía.

Como... ¡escaleras mecánicas dentro de barcos!

No es de extrañar que a su llegada a la isla de Gran Canaria el viajero sea asaltado por grisáceos y plomizos cielos que intentan disuadirle.

Es dificl discernir si es un excepcional corage o una inconmensurable inconsciencia lo que hace que el viajero siga adelante. Camino del sur contempla extrañas construcciones de ignoto propósito.

Pero a medida que se acerca a latitudes sureñas sus formas se van haciendo más reconocibles.

Y su intención terriblemente clara. ¿Qué susurran esas antenas parabólicas a alienos oidos en lejanas estrellas?

¿Qué delatoras palabras son lanzadas al frígido e insondable vacío del espacio? ¿Acaso amos alienos se han apoderado del sur de Gran Canaria como ya hicieran con Dark Santacruz City?

Y sobre todo...

...¿qué contienen los cohetes enviados a los cielos desde esta torre de lanzamiento?

A su llegada a Arguineguín el viajero es saludado por oscuros y recovequeantes callejones.

Donde las paredes lucen decenas de pintadas de intrigante significado.

Quizá sea mejor no conocerlo.

Puede que sea la fórmula que define el vórtice temporal...

...por el que todos los dias llega un anuncio volante desde los ya lejanos años 70.

¿Qué siniestros pecios de ya olvidadas civilizaciones siembras sus fondos marinos que los turistas no se cansan de mirar?

Eso los que no alquilan un yate para sentirse millonetis por una tarde.

¿Qué se afanan en extraer del agua tan esforzados pescadores?

¿Qué monstruosas garras surgidas de estígios abismos arrasaron la otrora feliz y floreciente plataforma de alquiler de patines acuáticos?

¿Son las mismas que convirtieron un apacible paseo marítimo...

...en una peligrosa ruina?

¿De ellas necesitan protegerse los edificios de lo alto del acantilado de Amadores...

...que han plantado vallas y alambradas en su mismo borde?

¿En qué extraña lenguia están escritos los nombres de los bares?

¿Es el dialecto natal de las impías deidadas adoradas por los noruegos?

¿Qué tirano de legendaria maldad que el mundo cree muerto buscó refugio en estas malhadadas costas?

¿Qué se fabrica en realidad en el tenebroso interior de la impía Fábrica de Cemento cuya escalofriante vista acecha desde todos los rincones de Arguineguín?

Pero es inutil preguntarse si los gatos conocen la verdad.

Porque al final el viajero descubre que son ellas quienes controlan la zona.

Siempre fueron ellas.

¡¡¡LAS BÁSCULAS!!!

Por cierto, de parte del viajero para Dios...

...que ya vale de cada vez que vuelve de la isla de enfrente se lo encuentre intentando desrtuir Dark Santacurz City con su iracunda mirada, ¿vale?