Tenemos mucha suerte.
Muchísima.
Ni os imaginais cuánta.
Somos afortunados de tener un gobierno progresista.
Uno gobierno conservador, uno formado por esos individuos dictatoriales y retrógrados que sólo saben producir leyes que prohiben cosas y designan a sus sucesores a dedo, habría convertido las calles en un estado policial. Habría llenado las aceras y plazas de esbirros como un uniformado puño invocado para coartar el derecho ciudadano a la protesta y todo con el único fin de poder idolatrar a su adorado Papa.
Afortunadamente disfrutamos de un gobierno progresista.
¡Y en confluencia planetaria con el del otro lado del Atlántico!
miércoles, 3 de agosto de 2011
Es Fácil ser un Progre Profesional (4): Libertad
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2 comentarios:
Supongo que esperar que disuelvan con lujo de violencia las concentraciones en torno al Papa es demasiado esperar, verdad?
ayer nos dejaron pasar,pero nos miraban con un careto desde el edificio de la puerta del sol xDDD
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