Juventud (updateado)

Los adláteres hemos sido llamados muchas cosas.

Las sobrellevamos con resignación, claro, pues bien sabemos que el apostolado de ROB! conlleva intrínsecos sufrimientos. Es natural siempre que enfrentas al pueblo con una Verdad tan incómoda como finalmente incontestable.

Pero hay mentiras tan patentemente falsas que uno no puede sino levantarse y denunciar a grito pelado su inshidiosha inveracidad.

No hace mucho un presuntamente ingenioso comentarista nos acusó de ser "un grupo de viejos que se quejan de que los tebeos no son tan buenos como los de cuando ellos eran jóvenes".

¡Válgame ROB! ¿Es posible mayor estulticia?

Vale, es cierto que varios de los adláteres hemos cumplido... una cierta edad.

Puede que incluso alguno seamos sean lo bastante mayores como para haber visto La Guerra de las Galaxias cuando se estrenó en cine.

Pero si algo se puede decir de nosotros (y de nuestras amistades blogosféricas) es que nuestros corazones rebosan juventud a borbotones cual agrestes arroyos silvestres. Nada más lejos de esa imagen de amargados viejos que cargados de bilis reniegan de todo lo que parezca moderno pasando juicio desde sus vetustas atalayas.