Dijeron que era inconcebible.
Dijeron que nunca podría suceder.
Pero para BENDIS! nada es imposible.
No es un truco. No es un sueño. No es una historia imaginaria.
Es el primer crossover Marvel Ultimate vs Marvel Detodalavida.
Y para la ocasión BENDIS!, inconoclasta como es para tantas otras cosas, ha elegido respetar la tradicional estructura de tales eventos en un más que evidente guiño al rígido clasicismo formal que siempre las ha caracterizado.
Comenzando por el arqutípico Agujero Interdimensional (TM) que justifica el encuentro...
...y que lleva a la inveitable pelea "pensé que eras un villano" que desemboca en una alianza contra el verdaero enemigo, Mysterio, que se salda con una victoria y un apretón de manos antes del Cada Mochuelo a Su Olivo (TM) final.
Y es que Spider-Men es un raro desliz freudiano que nos permite atisbar el profundamente ultraconservador BENDIS! que en realidad se oculta tras el innovador y rupturista BENDIS! del que disfrutamos cada mes en sus Bengadores.
Ello se manifiesta en detalles que van desde lo más obvio a lo más sutil. Por ejemplo el reverencial respeto con que trata a la continuidad arácnida plasmado en ese Mysterio amo de la tecnología interdimensional que parece salido de las mismísimas manos de Lee y Ditko.
Continuando con el minucioso cuidado con que todos y cada uno de los jotacedianos elementos que conforman la leyenda de Spider-Man han sido integrados en el argumento.
Y es que, más incluso que el Fabuloso Cuarteto o los Bengadores, nuestro Amistoso Vecino es el personaje que representa en sí mismo todos los valores y las señas de identidad del Universo Marvel. Y BENDIS! lo sabe.
Por ello en el instante en que, desconcertado, pisa por primera vez el Ultimate Nueva York...
...su naturaleza mítica se manifiesta en el hecho de que lo hace como un gigante de 5 metros (6 si los pisos de ese edificio tienen 3 de altura).
Pero BENDIS! va mucho más allá. En un asombroso ejercicio de autocrítica reconoce no ser digno del inmortal legado arácnido. Su subconsciente lo traiciona a la hora de diseñar a su todo-nuevo y todo-diferente Ultimate Spider-Man como evidencian dos de sus peculiares superpoderes.
Uno es la capacidad de volverse invisible.
Un más que evidente síntoma de vergüenza al comprobar que no está a la altura del original que lo inspiró.
Y su otro superpoder...
¿Cómo podría decirlo?
Su otro superpoder apesta.
LITERALMENTE.
2 comentarios:
Bueno, el asunto del gigante de los 5 metros contra los pisos de 3 (epa, en verdad Ud. conoce algún edificio cuyos pisos midan 3 metros de alto?)... Bueno, eso... Que ese no ha sido BENDIS!!! que ese ha sido el dibujante
Como si un detalle tan crucial no hubiera estado claramente específicado en los, sin duda, exhasutivos guiones que escribe BENDIS!
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