Ininteligente

La inteligencia de Tony Stark viene de lejos.

Vivimos tiempos maravillosos en que la batuta editorial de Quesada preside un concierto de creadores que se adentran sin miedo ni complejos en inexplorados territorios creativos. El anticuado y reaccionario concepto de continuidad ya no es un obstáculo que limite la libertad de los narradores, los ARQUITECTOS, que mes a mes nos obsequian con historias cada vez mejores.

Como Kieron Gillen.

Kieron no se ha asustado ante la perspectiva de tomar las riendas de un personaje sobre el que aparentemente nada nuevo puede decirse y se ha lanzado con entusiasmo a la tarea de redefinirlo comenzando por impactantes revelaciones sobre sus insospechados orígenes.

Y sin embargo para Gillen, como para el Robinson del legendario Starman, rupturismo no implica desprecio por el clasicismo, todo lo contrario. Su innovadora iteración del Vengador Dorado planta firmemente sus raices en el rico legado de historias que la precedieron y que el guinoista trata con el debido respeto como demuestra su impecable retrato de un Grabador rigelliano.

Gillen sabe que el Universo Marvel es un delicado mecanismo de relojeria que debe ser perfectamente comprendido para poder ser deconstruido antes de ser reintegrado de manera funcional. Y vaya si lo comprende.

En efecto, todo el que haya prestado un mínimo de atención a sus carreras sabe ...

...que tanto Richardas...

...como Pym...

...como T'Challa son, y siempre han sido, hombres de PAZ.

Porque bien sabe Kieron Gillen que SI VIS PACEM...

PARA BELLUM...