El año era 1984. Yo me había metido en el cine a ver una aventura más de Harrison Ford. En ésta, segun contaba la publicidad, interpretaba a un policía en una escuadra especial que perseguía a unos peligrosos androides llamados "replicantes". Según transcurría me sorprendió lo sucia y violenta que era pero aunque el asesinato de la stripper era bastante feo lo que andaba haciendo el replicante Batty era mucho peor. Si, había momentos en que expresaba miedo y hasta ternura, pero la mayor parte del tiempo resultaba terrorífico. Todo parecía seguir las mismas coordenadas morales.
Hasta que llegó el final.
Y me encontré llorando por la muerte de aquel personaje temible y odioso. Porque, de repente, podía si no justificarle al menos comprenderle.
Es cierto, no lamentaba la muerte del engreido Tyrrell, padre plenamente consciente de criaturas desgraciadas. Pero el viejo chino diseñador de ojos no era culpable de nada. Y por encima de todo sentía en carne propia el asesinato de J. F. Sebastian, el personaje con quien más me identificaba. Pero ¿cómo no comprender el sufrimiento de un ser humano creado con fecha de caducidad? Quería vivir más, ¿y quién no? Siguió el ejemplo de Dylan Thomas y se rebeló contra la muerte de la luz, se negó a marchar docilmente hacia el olvido, ¿quién no lo haría?
En definitiva, comprendió que somos la suma de nuestras experiencias y memorias. Y que nuestras vidas son frágiles e insignificantes. Pero que mientras alguien nos recuerde no habremos desaparecido del todo.
Hay películas que más allá de su valor marcan tu experiencia vital y de las que aprendes lecciones que forman la persona completa y madura que un día llegarás a ser (bueno, algunos todavía están en ello). Blade Runner me enseño que el bien y el mal no son valores absolutos, que como cantaba Depeche Mode lo verías todo de manera diferente si caminaras en mis zapatos. Y que no poseemos nada más valioso que nuestra vida y nuestra identidad.
Y ahora cumple veinte años. Insertar aquí comentario de cómo pasa el tiempo.
La cosecha del año 1982 es histórica. Fué el año de La Cosa de John Carpenter, Conan el Bárbaro, Creepshow, Cristal Oscuro, Firefox, Megaforce, Missing, Poltergeist y Tron. Eso sin tener en cuenta la TV o las joyas que uno tardaría años en poder ver o saber que existían. O que si la memoria no me falla Un Hombre Lobo Americano en Londres aquí se estrenó ya en el año 82.
Pero Blade Runner representa más cosas. La crítica nacional la definió como "una extraña mezcla de cine negro con ciencia ficción", lo que define relativamente bien el genero que inauguró y para el que todavía no existía nombre: cyberpunk. La mayoría de la gente considera que William Gibson es su padre, pero para mí el butanero fue Syd Mead.
Más que la obra del cuasi-ludita Gibson, el cyberpunk que me marcó es el cinematográfico. El de Blade Runner, Aliens, Mad Max o RoboCop. Y las primeras insinuaciones de temas y situaciones cyberpunkeras en Tron, Naves Misteriosas o Brainstorm. Pero entre todas ellas Blade Runner sigue siendo la película más cyberpunk tanto en forma como en fondo. Es una pena que ya casi no se haga ciencia ficción en esa onda, pero claro, es que es el propio presente el que es cyberpunk (para bien y para mal).
Así que voy a celebrar el aniversario de Blade Runner pasando de ese Ridley Scott que sigue viviendo de las rentas a base de volverla a editar (todavía hay frikis que se creen que existe la escena de las bailarinas con sierras mecánicas, supongo) y revisándomela para recuperar a esos Rutger Hauer y Harrison Ford en la cima de sus carreras y esa música de Vangelis que todavía me pone la carne de gallina.
PD1: Por cierto, gracias a los creadores de "Han usado un extractor de calor, es tecnología demasiado sofisticada para las guerrillas" y "La Fuerza puede que sirva para los Lejanos, pero para los Cercanos más te vale tener un laser a mano" seguis recitando mal el responso de Batty. Es "Naves de ataque en llamas cerca del hombro de Orion" y "Rayos C en la puerta de Tannhauser". De nada.
PD2: Nunca llegué a saber qué significaba exáctamente "blade runner". Por lo visto es un término usado en alguna novela de William Burrough para referirse a los agentes de policía.
sábado, 13 de octubre de 2007
MATDGDP: Blade Runner
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5 comentarios:
La verdad es que a la genial banda sonora de Vangelis tampoco le vendría mal una edición (oficial, quiero decir) en condiciones. Porque mira que hay mojones por ahí, de saldo en el Carrefour y similares, pretendiendo ser fieles a la obra de Vangelis...
Yo, blasfemo infame de mí, aún no tengo la película en DVD, así que le echaré un ojo a esta nueva edición. Total, no creo que sea peor que las anteriores, ¿o sí?
La mejor es la edicion ultimate, porque trae todas las versiones que se han hecho...un origami del unicornio y una maqueta de rotador. A la par que buenos y variados documentales ;)
El mejor homenaje que se le puede hacer a Blade Rubber es leerse Sueñan los Androides con Ovejas Mecánicas?
(el autorrector de mi navegado ha decidido que blade debe ser escrito como balde)... Y aún así es incapaz de corregirme cuando escribo "ewscribo"
Yo también lloro mucho en la escena de Rutger Hauer, con Vangelis de fondo. Ha hecho bien en no ver el nuevo montaje, porque como montaje es exactamente el mismo, solo han mejorado efectos especiales y cosas así (vergonzoso... el precio de la entrada, claro).
Si me deja corregirle son 25 años de la peli; tiene casi la misma edad que yo, solo que ella se conserva mejor.
Me ajusto las gafas de pasta yo también y, Wikipedia mediante, le contesto (además, yo también tenía la curiosidad)...
El título de la película viene de la novela "The Bladerunner", de Alan E. Nourse, cuyo protagonista contrabandea instrumentos quirúrgicos en el mercado negro, y de "Bladerunner, A Movie", un tratado de cine escrito por William S. Burroughs.
Por lo visto, no tienen nada que ver con Deckard... una lástima.
Saludos :)
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