Las garras...
A veces terribles...
En ocasiones anonadadoras...
De vez en cuando asombrosas...
...e incluso dejavuianas...
Tal vez terroríficas...
Pero siempre, SIEMPRE...
...repulsivas...
Las garras...
A veces terribles...
No es más que una inocente coincidencia enturbiada por las interesadas manipulaciones de la izquierda radical.
El hecho de que la UIP utilice la fuente de letra Terminator 2 para identificarse se debe al inocuo motivo de que tiene el grosor y las proporciones adecuadas para ser fácilmente legible. La policía se desvela por cumplir a rajatabla la legalidad vigente y a cambio los violentos lo retuercen para usarlo como arma arrojadiza en su contra.
Gracias, pulp, ahora lo entiendo todo.
Han sido años de oit hablar del mitológico progreso.
"Es necesario talar este bosque en nombre del progreso"
"Viajemos a África a llevarles el progreso a los nativos"
"La economía progresa adecuadamente"
Y ahora, por fin...
Una de los puntos principales claves de la estrategia para romper ESPAÑA! de las fuerzas filoetarras es la denostación de la impecable imagen de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Lógico si se tiene en cuenta que son la Policía Nacional y la Guardia Civil quienes se interponen entre el reglamentario orden constitucional que nos dimos todos los españoles por consenso y el absoluto caos de la anaraquía comunista.
Cuando las hordas radicales de la ultraizquierda intentan impedir el desaolojo de una parásita familia que pretende que sea un emprendedor y creador de trabajo y riquiza banco quien costee esa hipoteca que ellos pueden pagar pero se niegan con las más peregrinas excusa, cuando los chequistas filonazis se lanzan a acosar a los legítimos representantes de la voluntad política del pueblo español, en definitiva cuando amagan con apoderarse de la misma calle como si fuera suya la única defensa que nos queda a los españoles decentes y de bien es la firme presencia de los institutos armados. Es por ello que, como dijo aquel GRAN hombre, ladran su rencor por las esquinas. Cobardes afeminados incapaces de enfrentarse a la policía o la benemérita cara a cara como hombres de verdad eligen mancillar su honor con infundadas acusaciones de torturas o brutalidad.
Pero el pueblo español sabe la verdad. El pueblo sabe que sus cuerpos de seguridad son como un heramno mayor, una presencia protectora movida por un inabarcable amor. Sabe que es con resignado desconsuelo con que recurren al uso de la fuerza y sólo en los casos en que los delicuentes callejeros no les dejan otra alternativa. Sabe que los profesionales de la seguridad actúan con una exquisita delicadeza a años luz de las salvajes hazañas de los revolucionarios.
Ya superado el medio centenar de entregas pulp es probable que en la mente de los lectores de este humilde blog se haya ido formando una idea general de la anturaleza del género.
Sin embargo esa idea no es exacta.
Si, es cierto, el pulp se caracteriza por una efervescente mixtura de violencia y sexo sazonados con los más variados condimentos: nazis, ligeros, metralletas, comunistas, latigazos... Como una especie de alucinógena saga de Indiana Jones pergreñada por los Pajares y Esteso de una dimensión paralela.
Pero en el pulp hay más de lo tus ojos ven. El titilante festival fetichista que hemos podido contemplar hasta ahora no es más que una mínima parte de la ámplia panoplia de temas y tonos de que es capaz el género. El pulp puede ser riguroso e incluso educativo.
Si, he dicho educativo.
Si mirando una ilustración pulposa uno sabe separar el verídico grano de la fantasiosa paj... parte... se pueden aprender valiosas lecciones vitales. Por ejemplo sobre estilos de vida alternativos como el lesbianismo. Lo reconozco, el verdadero motivo de la abundancia de presencia sáfica en las portadas pulp es el erotizamiento intrínsice que conlleva pero los grandes ilustradores, al igual que las grandes luminarias de otros campos creativos, siempre fueron capaces de conjugar continente y contenido, entretenimiento y mensaje.
Sin ir más lejos, ¿cuántos de vosotros seguiais pensando a día de hoy...
-Ehm... Ho-hola...
-HOLA
-Yo... yo me llamo Jack y...
-¡Ánimo Jack!
-¡Tu puedes!
-Y yo...
-¡Dilo!
-¡Yo también he sido torturado por nazis!
(aplausos)
Nunca pensé que... Ya me habían capturado antes... Crei que podría soportarlo, yo...
-A todos nos ha pasado, Jack.
-Suéltalo y libérate de esa pesada carga.
-Me capturaron durante la batalla de Okinawa. Uno de esos malditos amarillos me encadenó a una pared y se pasó cuatro días azotando mi indefenso y desnudo cuerpo con un látigo de nueve colas. El sudor del esfuerzo hacia que su piel brillara perlada mientras me insultaba en japonés con una voz viril y resonante.
-¡Pero no hablaste!
-¡Claro que no! ¿Qué clase de maricona creeis que soy? Durante el desembarco de Normandía mi unidad fué lanzada veinte kilómetros más allá de las lineas enemigas. Nos capturaron a todos. Un oficial de la Gestapo me tuvo dos dias atado a un somier dándome descargas eléctricas. Sus guantes de goma hacían juego con el cuero negro de su gabardina. Cuando hacía una pausa para fumar se quitaba el sombrero se mesaba suavemente sus dorados cabellos mientras me miraba turbiamente a través de sus gafas redondas.
-¡Pero resististe!
-¡Por supuesto! Pero la tercera vez... Durante la batalla de las Ardenas... Yo... Aquel nazi me apuntó con su luger y me llevó a lo largo de un oscuro corredor subterraneo. Cuando abrió la puerta yo esperaba encontrarme a dos musculosos torturadores listos para atarme a un potro... Incluso a un escuchimizado interrogador calentando unos hierros al rojo vivo pero... Aquella habitación... ¡estaba llea de chochos medio en pelotas! Y el nazi... el nazi me ordenó que... que...
En estos tristes tiempos de correción política rojiprogre se ha extendido demasiado la falsaria visión de unos Estados Unidos de América habitados por enloquecidos fanáticos de las armas de fuego capaces de cualquier dislate.
Sigh...
Tal es el lamentable resultado de años y años de propaganda radical izquierdista. La distorsionada caricatura de unos ciudadanos que, en realidad, no son más que apasionados amantes de la libertad y los derechos humanos y que, y esto es lo que realmente horroriza a los proetarras, están dispuestos a levantarse en su defensa.
No, queridos amigos lectores, los aficionados a las armas norteamericanos no son esos neandhertales rambos que os han pintado. Más aún, su conocimiento y sabiduría hacen de ellos auténticos intelectuales, genios renacentistas en quienes se hermanan la chispeante creatividad de un inventor y la tradicional habilidad de un artesano. Talentos de los que brotan recolucionarias innovaciones como esta:
-Pe... pero oiga...
-¿Sí, agente Jonhson?
-¿Pretende usted que salga ahí fuera... que escape... c-completamente...?
-Completamente desnuda, agente Johnson. Bueno, puede llevar zapatillas.
-¿Co... como...?
-Por motivos que ahora, en mitad de la misión, no es menester pararse a explicar, es la única manera de que pueda sacar de aquí los planos del arma atómica del Profesor Hammer.
-Pero... Pero yo... ¡Yo no puedo...!
-¡Agente Johnson! ¿Acaso no se presentó usted voluntaria para esta misión?
-Sí, pero...
-Y cuando leyó el dossier que le entregamos con todos los datos de la operación ¿NO SE FIJÓ EN CÓMO SE TITULABA?
-Sí pero...
No estamos solos.
Nuestra acogedora y coquetona realidad está rodeada por tenebrosas dimensiones exteriores. Insondables abismos cósmicos de estigia negrura.
Que no están completamente vacios...
Ahi fuera hay... cosas... Entes de primigenia maldad que ya eran viejos cuando las estrellas eran jóvenes. Seres cuyo poder es tan inabarcable como absoluta es su malicia. Algunos los llaman "demonios", otros les confieren el rago de "dioses", pero las meras palabras no bastan siquiera para empezar a plasmar una infinitesimal porción de su impía naturaleza.
Y quieren entrar aquí.
Muchos han sido los profetas que nos han advertido, muchos más los cronistas que han relatado sus pasados (y, afrotunadamente, fallidos) intentos de forzar su entrada en nuestra dimensión.
Sí, ya sé que sois conscientes de ello.
Pero ¿estais preparados para saber LA VERDAD?
¿Os creeis listos para concer el verdadero motivo de su empeño?
¿Realmente pensais que podeis sobrellevar la revelación que hizo de Abdul Alzahred un profeta loco (con lo que le había costado sacarse las oposiciones a wahdí) y de Lovecraft un atormentado demente (que lees los cuentos de gatitos que escribía en su juventud y da una penita...)?
¿Sí?
Muy bien, me firmais aquí, aquí y aquí. No, la copia amarilla me la quedo yo.
Pues hela aquí.
En realidad los dioses exteriores, los demonios primigenios y las entidades extradimensionales intentan penetrar nuestra realidad... ¡porque esas dimensiones exteriores son aburridas de morirse!
A veces me acuerdo de Harry.
"Pero Harry, tío, mira qué escote lleva tu mujer, que se le desbordan las domingas" le decíamos los amigos los sábados por la noche en el bareto local, y él siempre respondía despreocupadamente "Bah, de cuernos no se muere uno" y echaba otro trago a su cerveza.
"Harry, colega, el turista italiano italiano le está entrando a tu mujer" le intentábamos avisar para encontrarnos con un mero "Bah, de cuernos no se muere uno" como respuesta.
"Harry, ¿no es tu mujer esa que acaba de largarse junto a toda la alineación de los Broncos de Dallas de 1985?" acertábamos a prevenirle sabedores del inevitable "Bah, de cuernos no se muere uno" que íbamos a escuchar a continuación.
Cuánto me acuerdo de Harry.
Recientemente me han llegado noticias de que en otros lugares del planeta hay celebraciones en estas mismas fechas.
Por lo visto estos días en Valencia hacen una fogatas o algo así.
Aparentemente en Cádiz hacen algo que también han llamado "carnaval".
Incluso he oido que en Venecia tienen una fiesta para la que usan la misma denominación. Que lo de los andaluces tiene un pase porque, bueno, son andaluces, pero esperaba más de los descendientes de Da Vinci.
Hasta me han llegado rumores sin confirmar de eventos similares en Dusseldorf, Brasil y Nueva Orleans.
No, no, si a los canarios no nos molesta. ¡En absoluto!
Es más, nos halaga que nuestras celebraciones sean tan admiradas que se intente imitarlas. Resulta mono y todo.
Eso sí, llamadlas de otro modo ¿vale?
Porque vamos a ver, ¿en alguno de esos lugares...