El plan era perfecto.
El Caudillo XARGLOOM!, entre alienas risotadas que ya habían oido centenares de mundos antaño pulsantes de vida y ahora yermos y arrasados, había emitido su reto en todos los canales y todos los idiomas de la Tierra. Aceptaba detener el imparable avance de sus hordas invasoras a cambio de ser retado a un juego. A cualquier juego. Uno que acallara acaso momentaneamente su insaciable ludotpatía.
El premio en liza: el destino de la humanidad.
Su supervivencia o su definitiva extinción.
El Consejo de Seguridad de la ONU se había sentado a discutir con una celeridad y eficiencia nacidas de la desesperación. Y en un tiempo record habían acordado un plan.
Un plan que NO podía fallar.
Un plan sugerido por un humilde secretario que, en el momento en que la acalorada discusión entre los mñeritos del ajedrez y las ventajas del poker amenazaba con destruir todo vestigio de esperanza para nuestra especie acerto a decir "¿Nadie ha visto Juegos de Guerra?"
El plan era impecable.
Una interminable sucesión de partidas al 3 en Raya acabadas en tablas acabaría aburriendo a XARGLOOM! hasta el extremo de hacer que perdiera todo interés y se retirara o, mejor todavía, proporcionaría un imprescindible respiro a las asediadas tropas terrícolas que les permotiría reagruparse e incluso contraatacar por sorpresa.
El plan era infalible.
Lamentablemente el encargado de seleccionar al oponente que se enfrentaría al maligno invasor llegado de las estrellas cometió un error FATAL...
...y le mandó a una rubia condenando así a la humanidad a la destrucción.
1 comentario:
Eso pasa por elegir siempre a la chica guapa...
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