El principio es un momento muy delicado.
Sabed pues que estamos en el año 10191. El universo entero es regido por el Emperador Padisha Shaddam IV, mi padre. En este tiempo la sustancia más valiosa del universo es la Especia.
La Especia sólo se encuentra en un planeta del universo conocido. El planeta es Arrakis, también conocido como Dune.
Dune es gobernado con mano de hierro por la Casa Harkonnen. Desde su mundo natal, Guiedi Prime, el Barón Vladimir planea el fin de la Casa Atreides mientras se entrega a depravados y mortales juegos.
Sí, todo el Landsraad conoce la afición de Vladimir por los jovencitos de válvula floja. Pero no son sus perversiones las que le han hecho llegar a donde está. Oh no. El Barón Harkonnen es un poderoso enemigo y aquellos que lo minusvaloran pagan el precio en el campo de batalla.
Porque nadie lo diríe pero Vladimir es un imbatible combatiente en cuerpo a cuerpo con una larga lista de cadáveres a sus espaldas. Y bien lo sabían los diseñadores de Avalon Hill Games que, en la portada de su juego de estrategia...
...lo retrataron ejecutando su letal Fandango de Combate con una maestría que haría palidecer (más) de envidia al mismísimo Vamp.