miércoles, 5 de agosto de 2015

Animal de Fiesta

Todos hemos tenido juventud.

Quiero decir (tosecill) ¡algunos todavia la estamos disfrutando!

Y cuando eres joven las fiestas tienen otra dimensión mucho más épica. Ese abandono a la sicalipsis y la bacanal que sólo puede provenir del seguir creyéndose inmortal da pié a inimaginables cascadas de excesos. La noche, la música, la bebida...

Y litros, de alcohol, corren por mis venas, mujer. Y entre copa y copa, canción y canción, la larga noche va transcurriendo y, uno a uno, los fiesteros van cayendo víctimas del agotamiento extremo. Poco a poco van quedando menos. Y al final sólo queda uno en pié, rodeado por los inertes cuerpos de sus compañeros caidos, toadvía cantando a voz en grito poseido por el espíritu de Baco. Ese uno que a la mañana siguiente aliviará los dolores de la inevitable resaca riéndose de sus amigos menos hechos al consumo del alcohol. Llamándoles nenazas por carecer de un estómago resistente como el suyo.

Todo eso está muy bien, para qué negarlo.

Lo que está mal, lo que no vale, es hacer trampas.

Lo que está feo es ganar la competición espirituosa...



...gracias a que eres un puto cyborg asesino.

¡Vergüenza debería darte, Muertecerradura!

2 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

Lo del cambio de diseño, ¿es para que se parezca al de la serie de televisión?

E. Martin dijo...

Huy no, seguro que no ¡EN ABSOLUTO!