¡Hombres!
Son todos iguales, como todo el mundo sabe.
Alimañas primitivas movidos por primarios instintos apenas capaces de los más básicos pensamientos abstractos. Lo justo para desenvolverse en esta supuestamente civilizada sociedad. Pero la bestia salvaje acecha bajo la superficie.
Y no hace falta mucho para sacarla a la luz.
Es ver una chica guapa y ¡HALA! se les va toda la sangre a... a la... ahí abajo...
¡Cuan diferentes son los alienos! Criaturas superiores regidas por la lógica y el intelecto. A años luz de las bajas pasiones que dominan a sus congéners humanos. A donde se le va toda la sangre a un alieno cuando contempla a una bella hembra es a la cabeza.
¡No, no, quiero decir a la que tienen sobre los hombros!
(lo que hace de ellos una Dimensión Desconocida)
1 comentario:
Vale, un ejemplo más de los cabezapolla...
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