lunes, 20 de junio de 2016

In Vulnerable

Hoy volvemos a tratar un tema tan caro a este blog como el de la biología kryptoniana. Concretamente en lo referente a la invulnerabilidad.

El Gran Público™ tiene a tener una idea equivocada de sus límites. No es de extrañar, son muchos años de imágenes de Superman afrontando con sus firmes pectorales un enjambre de balas que rebotan cual inofensivos granos de arroz lanzados en boda. Pero nada es absoluto en el universo, ni siquiera la inmutabilidad de aquellos nacidos en la órbita de Rao.

Oh, sí, todo el mundo conoce las kryptonitas y sus nefandos efectos sobre los kryptonianos. Lo que no todo el mundo sabe es que no es la única sustancia que les resulta nociva. Citando las inmortales palabras de Yoda, "hay otra". Otra que, de hecho, es mundanamente común en nuestro planeta. Hasta podría decirse que esta Tierra de nuestras entretelas rebosa dicha sustancia. Que la llena hasta desbordarse planetariamente chorreante.

Pero si planeais usarla para deshaceros de algún molesto visitante de Krypton (te estoy mirando a tí, Lex) debeis tener cuenta dos cosas. La primera es que más que letal les va a resultar terriblemente molesta.


Y la segunda es que sólo sus ojos son vulnerables a la mencionada... ehm... sustancia...

2 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

Aprovechando el nicho de mercado que dejan las vacaciones marcianas, ¿verdad?

E. Martin dijo...

No tengo NI IDEA de lo que me está usted hablando, caballero...

(mierda, cómo era para retrasar todos los posts programados sobre Batman...)