Somewhere Over the Revolution

¡Damas y caballeros!

¡Hoy vuelve a honrarnos con su presencia un invitado muy especial!

¡Retorna a nosotros tras su triunfal tourné venezolana, su exitosa gira por Corea del Norte y su legendaria actuación en La Habana!

¡Es rojo!

¡Es un fantasma!

Es...

¡EL FANTASMA ROJO!

Buenas y revolucionarias tardes, mis pequeños compañeros y compañeras. Ya, ya lo sé, hoy no es el primero de mayo. Mi presencia se debe a esa otra fiesta que se celebra en estas fechas tan señaladas: el Orgullo Gay.

Durante muchos, muchos años los Gobiernos Populares han tenido que sufrir toda clase de propaganda negativa surgida de las maquinarias ideologizadoras a sueldo del capitalismo internacional. Una miserable campaña de desprestigio que ha esparcido la mentira de que en nuestros Paraisos del Proletariado las relaciones entre personas del mismo sexo no sólo estaban prohibidas sino que eran perseguidas por el estado.

Calmad, calmad vuestra justa indignación. Todos sabemos lo absurdas que son tales acusaciones. ¡Ni que en nuestra Utopía Socialista los estados se dedicaran a oprimir al pueblo, a censurar, torturar o ejecutar al pueblo! Sin embargo es una idea que ha calado con pertinaz resistencia en las débiles mentes de los no formados ideológicamente. Y es ello lo que ha causado mi retorno a este blog tan caro a mi bolchevique corazón. Porque las evidencias de la superliberal actitud de nuestro bando están ahí para todo el que quiera verlas.

Y es que los rusos no sólo nos caracterizamos por nuestra total tolerancia hacia la homosexualidad en estos modernos tiempos en que todo el mundo se sube al carro. Ya en 1959 celebrábamos nuestros lazos con la República Popular China así de...

... ¡ALEGRES!

(jijijiji... "alegres"... ¿lo pillais?... porque "gay" signBAH, teneis el sentido del humor de un pequeñoburgués...)