miércoles, 2 de enero de 2008

¡¡¡La Familia se Rompeeeee!!!

Por favor, perdonadme. Yo nunca supe...

Nunca pude imaginar...

No toda la culpa es mía. Soy el producto de una sociedad en la que el ateismo depredador campa a sus anchas. El fantasma del sexo gratuito lleva años recorriendo desbocado nuestra sociedad. Y eso sin mencionar el Consejo Secreto de Gays que controla los medios de comunicación y el actual gobierno.

Pero en medio de esta pecaminosa tormenta liberal había voces que clamaban la Verdad contra viento y marea. Almas ilumniadas de férrea voluntad inasequibles al desaliento.

Que incluso a día de hoy, en este país ya destruido por hordas de nacionalistas masones homosexuales, siguen clamando esa incómoda Verdad.

Y yo no quise escucharles.

Pero nunca es tarde.

He visto la Luz.

Y, como penitencia por esos largos años que he malgastado entregado a todo lo malo y pecaminoso, os aviso, mis recién adquiridos hermanos en la Defensa de la Familia.

El Enemigo es taimado y astuto. No siempre se esconde donde uno espera encontrarle.


Y piensa en los niños.

(bueno, si considerais que una panda de treintañeros peligrosamente cerca de los cuarenta son niños)

No hay comentarios: