Bienvenida...

Hola chavalín.

Pasa, pasa. Ponte cómodo.

En cuanto acabe de cerrar esto estoy contigo.

Mfhh... Listo.

Mírate. Diso mio, cada año me parecis más jóvenes. Si, ya lo se, todos llegais aquí con la misma edad, soy yo que cada año son más viejo. Cosas del paso del tiempo.

¿Sabes? Solía darme miedo. Me refiero al paso del tiempo. Veía cómo se me iban escapando de entre los dedos los años... los meses... los días... Como la arena en un reloj. Y una vez se han ido no hay manera de recuperarlos. Cosas de las tres leyes de la termondinámica y la curva de la entropía. Y, joder, eso acojona. Tanto que acabas no haciendo nada al respecto, paralizado de miedo.

Y entonces uno de vosotros se pasó conmigo. Se pasó mucho.

Tanto que al final reaccioné de una puta vez. ¿Sabes? Solid Snake tenía razón. Un hombre con voluntad se forja su propio destino.

Claro, la cosa no es tan bonita ni tan fácil. Por seguir con la metáfora, nunca sabes con qué metal vas a tener que trabajar. Y a veces no hay manera de avivar el fuego, y en ocasiones te toca una mierda de mazo y las tenazas se te desmontan solas.

Pero el mejor acero toledano e instrumentos hechos a mano por Vulcano no te sirven de nada si no te levantas, los agarras y empiezas a hacer algo con ellos.

¿Ves esa bolsa negra? Eso es tu antecesor. Me cago en la madre que lo parió, cómo peleó el muy cabrón. Se resistió hasta el final. Menudo hijodeputa. No hace ni una semana que hizo un último intento a la desesperada. Fué un golpe bajo.

Muy bajo.

Pero al final no le sirvió de nada. Me encargué de él como lo hice con su antecesor.

Oh, ya veo que no te asusta. Crees que tu eres diferente. Su tiempo ya había pasado pero tu acabas de salir del cascarón, con doce meses por delante para poder comerte el mundo.

Eres el puto año nuevo.

Pues ¿sabes qué?

¡YO LOS AÑOS NUEVOS ME LOS COMO PARA DESAYUNAR!

(y siempre me quedo con hambre)