Y claro, yo creí que con el final del puto mundial de la puta Fórmula 1 dejaría de oir hablar del puto Fernando Alonso y del puto Hamilton. De verdad. Lo juro.
Mirandolo con perspectiva tanta ingenuidad hasta resulta graciosa, ¿no es cierto?
Pero Mr. Nodoyuna lo ha expresado todo mucho mejor que yo aquí.
viernes, 2 de noviembre de 2007
Muerto el perro solo se acaba la rabia si el perro no es un perro zombi
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Cruda Realidad,
esta España mía esta España nuestra
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2 comentarios:
Yo por eso mejor me desconecto en cuanto oigo algo parecido a auntomivilismo...
Yo empecé poco a poco. Primero fue el calvo dichoso, el que empezó a hacerse digno de mi desprecio. Y probablemente fuera a partir del momento en que Alonso entrara en McLaren que también empezó a caerme gordo.
Después, después ya no recuerdo nada. ¿Qué fue de ellos? Y Franco, ¿qué opina de esto?
Me voy a escuchar el himno de Fernando Alonso (sí, tiene uno, ¿cómo no tenerlo?)
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