¡¡¡Navidad Limpia!!!

Hay que predicar el perdó que Cristo, nuestro Señor, ejerció incluso con quienes le estaban crucificando.

Hay que ser comprensivo, que nadie está libre de pecado y por ello nadie puede tirar la primera piedra.

Y, la verdad, le podría haber pasado a cualquiera.

Porque él estaba ahí, seductoramente recostado en ropa interior. Meciendo suavemente esas torneadas piernas de marmórea palidez. Contoneando rítmicamente ese delicioso e incitante cuerpecito de nívea palidez.

Con esos delicados rizos que descienden cual salvaje arroyo sobre los profundos y azules pozos de sus ojos dejando paso a la llanura de sus sonrosadas mejillas, a su vez interrumpidas por la cordillera de sus carnosos labios de intenso carmesí.

Bufs, hasta yo me pongo malo de pensarlo. Y eso que yo no creo que exista.

Asi que, ¿qué oportunidad tenía el pobre señor obispo, que vive con él?

Ninguna.


Y en la misma foto puede comprobarse que tiene razón. La culpa es de los mismos menores, que se lo buscan porque van provocando.


Reflexionad. Todavía estamos a tiempo de renunciar a ese modelo de sociedad impuesto por el lobby gay que nos llevará a la destrucción y de seguir ejemplos de cristiana devoción como el del Obispo de Tenerife (jo, qué orgulloso estoy, los madrileños no teneis un obispo así).

Agradecimientos:

-A Miss Be por el enlace
-A esa panda de rojos y ateos de El Mundo por ilustrar así la noticia
-(jamás creí que diría ésto) Al señor obispo por hacerme reir en una época tan dificil. Después de oirle esas declaraciones tan incendiarias no me extraña que dejara que se le quemara la sede del obispado, monumento nacional de casi 300 años de antiguedad.