Daños Colaterales

Todavía quedan dos semanas de campaña electoral y los daños colaterales ya se hacen insoportables.

Y con el corazón contraido de dolor debo anunciaros que la última victima inocente de las indiscriminadas andanadas de asesino fuego político es Blade Runner.

Resulta que se quiere promover a Rosa Díez como paladín(a) de la libertad y la democracia, que ya se sabe cuánto daño pueden hacer los renegados a sus ex-compañeros (recordemos que Jorge Verstrynge acabó ingresando en el PSOE apadrinado por Alfonso Guerra). Y uno de los chicos de Pedrojota en lugar de, no se, afirmar que fue ella en persona quien detuvo a los etarras que asesinaron a Ghandi (dejados en la calle inmediatamente después por este gobierno rehén de los alienígenas separatistas de Zeta-Retículi), por ejemplo, ha escrito esto:

Pero bueno, ¿es que no pueden mentir, manipular e insultar sin cagarse en las películas que le gustan a uno? Y eso por no mencionar que, como no podría ser de otra manera, cita el monólogo mal traducido de la versión doblada.

Supongo que los chavalines de Pedrojota son forofos del doblaje, instaurado por decreto en añejas épocas que algunos vivieron con extraordinaria placidez.

O a lo mejor es que copia y pega de un libro de citas cinematográficas y ni siquiera se ha visto la película. Eso explicaría que, pretendiendo ensalzar a Rosa como valiente y arrojada heroína, la compare con un androide de combate renegado, máquina de matar sociópata que lo mismo le arranca los ojos a un anciano que le revienta la cabeza con sus propias manos a su creador.

A lo mejor es que J. F. Sebastian se parecía mucho a Rubalcaba.

(¿O todo es una sutil carga de profundidad contra una aliada a cuenta de que los replicantes solo viven cuatro años?)

Bonus Track: El problema con los nombres es que a la mañana siguiente te lías y confundes a quien querías mencionar con el autor de la (ejem) documentación que estuviste consultando la noche anterior. Al misterioso individuo que estaba detras de los GAL se le llamó Señor X. Mister X es otra persona, alguien que se dedica a otras actividades mucho más beneficiosas para la humanidad.