Qué suerte vivir aquí: Gripe a las Puertas

No estoy preocupado por la Nueva Gripe (AKA Gripe Porcina AKA Gripe Mexicana AKA Gripe Americana...).

Y no es porque sea una enfermedad que sólo os afecte a vosotros, los niñatos de treinta o menos (ji ji ji ji ji...).

Es por un insospechado efecto beneficioso del laboratorio de pruebas sobre humanos que en realidad es Dark Santa Cruz City.

Situemonos por gentileza de Google Earth:

Como referencia, ese rectángulo verde a la derecha del centro es el estadio del Tenerife.

Esto vendría a ser el area urbana principal de Santa Cruz. Al norte las montañas de Anaga con decenas de pedanías y poblados, al oeste la ciudad de La Laguna y al sur los barrios periféricos.

Y todo eso es la refinería. No estaba allí cuando los castellanos desembarcaron por primera vez, pero casi. Santa Cruz ha crecido a su lado y ha acabado envolviendola.

De noche cuando bajas por la autopista parece que llegas al Los Angeles del 2019 de Blade Rubber. De día tiene otro aspecto...

¿A que es un sitio donde apetecería pasar unas vacaciones?

¿Y si ahora os contara que las palmeras de debajo pertenecen a la turística piscina municipal?

Ah, si, lo de los tanques de colores. Resulta que el ayuntamiento sigue diciendo un año tras otro que la refinería se va a mover de motu propio a otra localización lejana y va a regalar generosamente esos terrenitos a Santa Cruz. Así, por la filosa. Mientras tanto los dueños de la refineria se rien a carcajadas y vuelven a asegurar que cumplen la legislación medioambiental. Y un día, como graciosa concesión al entorno urbano, contrataron a unos alumnos de bellas artes para que decoraran los tanques de combustibles para que se integraran mejor y fueran más agradables a la vista.

Ese fué el resultado.

Ahora imaginnémonos a un malvado virtus mutante. Con los superpoderes heredados de sus antepasados porcinos, avianos y humanos viaja por el aire a la caza de futuras víctimas. Es aspirado por una, desciende ráudo por su tráquea y al llegar a los pulmones se encuentra con el resultado de toda una vida de respirar lo que sale por esas chimeneas a menos de doscientos metros de tu casa.

Un entorno biotóxico en el que el puto virus se deshace más rápido que el nazi del final de En Busca del Arca Perdida.



¿Nueva Gripe?

¡¡¡JA!!!