No existe la generación espontanea. Nada surge del vacío.
Nuestro presente hunde sus raices en el pasado y es a su vez fértil humus del que se alimentará el futuro.
Y asi, en los sesenta, esa época de locura y desenfreno donde todo era posible, mientras en la Marvel se daba comienzo a la Era Ídem del Cómic en un orgiástico big bang de ideas y en la DC se hallaban en plena era pre-crisis, las semillas del porvenir ya estaban plantadas.
Y tan firmemente habían echado raices que los primeros brotes verdes ya se insinuaban en la aparentemente impoluta superficie.
En un lejano planeta Adam Strange se encontrara con cierto gigante calvo de piel azul algo perdido en el espacio y el tiempo.
Ya existían leves indicios de que la franquicia mutante estaba a punto de renacer y de cambiar el panorama de la industria para siempre. Sutiles pistas que no escaparon a la atención de los dos grandes detectives de la DC.
Batman decidió que él y Robin se infiltraran en la Patrulla-X para averiguar sus intenciones reales.
Mientras tanto, el otro gran luchador contra el crimen de la DC, el Detective Chimpancé, dirigió sus poderosas habilidades deductivas hacia cierto proyecto militar secreto con bastante potencial...
...llamado Arma-X.
viernes, 12 de junio de 2009
Sobre Hombros de Gigantes
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1 comentario:
AHora veo por qué soy Prime
Los Taquiones que lo enturbian todo
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